El pirómano: cazado. El área de investigación de la Guardia Civil de Almassora, en estrecha colaboración con la Policía Local, ha detenido a un vecino de la localidad y natural de Castellón, con problemas psíquicos, como presunto autor de incendiar un total de ocho vehículos --seis turismos y dos camiones--, en los últimos días y que llegó a sembrar el caos en el párking comunitario de una finca de la calle Nou d’Octubre, con garaje en María Rosa Martí, en la que, precisamente, reside desde hace un año. Al parecer, informaron fuentes fidedignas a Mediterráneo, se trataría de un «vecino conflictivo».

La clave de la investigación, que ha desarrollado la Guardia Civil con gran sigilo, han sido las reveladoras imágenes facilitadas por un bazar chino de Almassora en las que, apenas 40 minutos antes de perpetrar la cadena de incendios en vehículos, puede verse al sospechoso comprando pastillas de encendido para barbacoas. Justamente, el producto que el pirómano, que ha mantenido en vilo al municipio, usaba para prenderle fuego con facilidad y rapidez a las ruedas de los coches y camiones, generando, así, los virulentos incendios, que han llevado de cabeza estos días a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y a los bomberos.

Los investigadores le atribuyen, además, los daños en dos coches provocados hace 20 días, en las calles Hernán Cortés y San Fernando, y los sucedidos recientemente en cuatro coches y dos camiones en distintos sitios.

SE OFRECIÓ A AYUDAR

Las mismas fuentes desvelaron que, además, el propio detenido habría, incluso, participado en las tareas de extinción de uno de los fuegos a uno de los vehículos, ofreciendo su colaboración tanto a la Guardia Civil como a los bomberos. Un hecho común en esta clase de delincuentes, que ya lo situó, entonces, en el punto de mira de los investigadores.

Asimismo, las autoridades tratan ahora de averiguar si es también el autor de una serie de incendios en solares que se han ido registrando en las últimas semanas en Almassora, ya que un policía local de paisano pudo observarle en los alrededores de uno de uno de estos espacios en llamas. Una información que trasladó de inmediato, indicaron estas fuentes, a la Benemérita y que se está valorando con cautela.

A DISPOSICIÓN JUDICIAL

La detención se produjo el martes por la noche, cuando los especialistas del área de Investigación de la Guardia Civil de Almassora, tras recabar contundentes pruebas, se presentaron en su domicilio, donde fue esposado y trasladado hasta el cuartel. En un primer interrogatorio el hombre negó en todo momento su participación en los incendios y se mostró sorprendido con el arresto.

Tras pasar el miércoles en los calabozos y asistido por un abogado, finalmente pasó ayer a disposición del juzgado de Instrucción 5 de Castellón, en funciones de guardia. A última hora de la tarde aún no había trascendido si el sujeto ha ingresado en prisión o bien ha sido derivado a una unidad sanitaria para tratar los problemas mentales, que, al parecer, padece desde hace tiempo.

Cabe recordar que los episodios comenzaron hace unos 20 días, cuando los bomberos ya tuvieron que intervenir por dos fuegos en dos vehículos. Fue el domingo, 30 de julio, cuando el supuesto pirómano sembró el pánico provocando un incendio tras otro.

CADENA DE INCENDIOS

Las primeras llamas comenzaron a las 12.30 horas en un camión frigorífico estacionado en la calle San Jaime, a la altura de neumáticos Valero y la gasolinera BP. Un par de minutos después, otro fuego se declaraba en un tráiler contiguo para sorpresa de los bomberos. Al mismo tiempo, un tercer caso se producía en un turismo aparcado en esa misma calle y poco después otro más ardía en la calle Juan de Austria. En esos instantes ya se descartó que fueran llamas fortuitas, cobrando fuerza la intencionalidad.

Unos vecinos vieron cómo el fuego comenzaba en una de las ruedas de un coche. Y es que lo que estaba claro es que el autor había empleado un acelerante.

Sobre las 15.20 horas, mientras los bomberos actuaban en los otros fuegos, comenzaba el incendio en el párking de Rosa Martí. El fuego obligó a desalojar a unos 40 vecinos. La puerta de acceso no estaba forzada. Una pista más que puso a la Guardia Civil detrás del sospechoso.