Tapó sus rasgos físicos con unas gafas de sol y un sombrero de color oscuro. Armado con una pistola irrumpió en la Caixa Rural de la Vilavella a media mañana de ayer para apoderarse, a punta de pistola, de cerca de 6.000 euros. El atracador salió huyendo a pie de la céntrica entidad, en la calle de la Cueva Santa, junto a la plaza del Mercado, y cruzó las calles adyacentes, repletas de gente, para perderse entre la multitud. Al parecer, habría abandonado la localidad en un coche y podría haber contado con la ayuda de un cómplice. Una investigación que la Guardia Civil mantiene en estos momentos abierta para dar cuanto antes con el paradero del atracador.

Los hechos sucedieron alrededor de las diez de la mañana. En ese momento no había clientes en la entidad bancaria. No obstante, en la calle sí que había gente que estaba almorzando en las terrazas de los bares, ya que estos días se están celebrando en el municipio las fiestas patronales.

El atracador entró tranquilo en la sucursal y apuntando a los trabajadores con el arma exigió todo el dinero. Los empleados, muy alarmados, procedieron a obedecer sus indicaciones y, tras hacerle entrega de unos 6.000 euros, el hombre emprendió la huida. Los trabajadores, cuando observaron que se había marchado, salieron a la calle gritando que habían sufrido un atraco. También dieron aviso a la Guardia Civil, que rápidamente envió a varias patrullas hasta el lugar y además acudieron efectivos de la Policía Local.

SIN RASTRO

Tras realizar una batida por el municipio y alertar a todas las unidades de otras localidades limítrofes, nada se supo del atracador. La Policía Judicial permaneció en la entidad bancaria tomando posibles huellas dactilares en la puerta, por si el ladrón estuviera fichado. Igualmente, revisaron las imágenes captadas por la cámara de seguridad para conseguir más datos.

Y es que el atracador podría haber contado con la ayuda de un cómplice, que, como sospechan, le habría esperado cerca del banco con un coche preparado para emprender la huida rápida por carretera. Efectivos de la Guardia Civil está analizando las imágenes de las cámaras de vigilancia de la autopista y de otros comercios, como las gasolineras.

Un atraco que causó ayer un gran revuelo en la Vilavella. De hecho, el alcalde, Manel Martínez, permaneció toda la mañana en el banco para informarse sobre lo ocurrido y prestar su colaboración a la Guardia Civil.