La Fiscalía de Castellón pedirá que el juicio contra el adulto acusado de participar en el asesinato de Miguel Navarro, Maikel, se celebre a puerta cerrada. La razón no es otra que los altercados registrados durante el juicio contra los dos menores (ya condenados por el crimen) el pasado mes de septiembre en la Ciudad de la Justicia.

La jueza de menores, Raquel Alcácer, ordenó investigar a cuatro familiares de Miguel Navarro por, presuntamente, gritar y aporrear la puerta de la sala durante la vista oral. La magistrada especificó en la sentencia que se debía analizar si estas personas pudieron haber incurrido en delitos de amenazas y obstrucción a la justicia.

Al respecto de su conducta, aseveró que «ante el discurrir del juicio se debe decir que el dolor de familiares y amigos de la víctima no es reparable con ninguna medida penal ni indemnización y nunca habrá una respuesta jurídica que consideren justa», pero incidió en que «no puede aceptarse su conducta en el juicio».

Y es que, como informó en su día este periódico, un centenar de allegados del fallecido irrumpió en la sala durante la última jornada del juicio. La Guardia Civil desalojó los pasillos para garantizar que la vista siguiera.

A.A.S., el joven de 20 años detenido por su presunta participación en el asesinato, se encuentra en prisión preventiva desde que fue arrestado por la Policía Nacional. La Fiscalía no ha elaborado todavía el escrito de acusación provisional contra él y no hay fecha para el juicio, aunque todo apunta a que se fijará para el primer trimestre del 2018.

SENTENCIA / Los dos menores sentenciados, que tenían 14 y 17 años cuando se produjo el crimen el pasado enero, fueron condenados a cinco y ocho años de internamiento cerrado en un centro. Un fallo judicial que Mediterráneo avanzó en exclusiva.

La magistrada los consideró culpables de asesinato por matar de 12 hachazos a Miguel Navarro, atarlo con cuerdas y enterrarlo en un huerto de naranjos del Camí d’en Riera de Castellón.

Los procesados fueron condenados a indemnizar a la mujer, los dos hijos, hermanos y los padres del fallecido con un total de 620.000 euros, según el fallo.

La jueza declaró probado que Maikel recibió 12 hachazos, todos ellos en vida, que le causaron una «dolorosa agonía» durante dos o tres minutos. El acusado de 17 años había trazado el plan para evitar pagar al fallecido una deuda de 100 euros que mantenía con él por drogas. Convenció al otro menor y al acusado de 20 años para darle muerte.

El tribunal de la Audiencia que juzgue a A.A.S. decidirá si la citada vista se celebra a puerta cerrada o en audiencia pública.