La Policía Local de Onda ha detenido a un vecino de la localidad, que responde a las iniciales M.C.G. y tiene 41 años, por presuntos malos tratos a su esposa, a la que apaleó en presencia de su hijo de cinco años. La llamada de auxilio la realizó su otra hija, también menor de edad, de la pareja. La niña, al llegar a la vivienda, vio el estado en que se encontraba su madre, «horrorizada y llena de golpes», según han explicado fuentes del caso a Mediterráneo.

La mujer, que bajó las escaleras al encuentro de la patrulla policial cuando estos se personaron en el inmueble, presentaba fuertes erosiones y hematomas en el cuello, el ojo izquierdo y el lado izquierdo de la cara, donde tenía también una pequeña herida.

La víctima relató a los agentes que su marido la había agredido, golpeándola fuertemente en el pecho, la cara y el cuello cuando llegó a casa y sin mediar palabra. Dijo, asimismo, que este intentó ahogarla, cogiéndola del cuello.

Unos minutos después de que la víctima comenzara a explicar a los policías lo ocurrido, apareció el marido. Este aseguró, sin embargo, que su mujer se había caído por las escaleras y que él la había ayudado. A pesar de que el hombre negó los malos tratos, su hijo, testigo directo, lo señaló como el agresor de su madre.

Uno de los agentes acompañó a la presunta víctima a un centro de salud cercano para que el médico de guardia le practicara una exploración, mientras los otros tres policías se disponían a llevar al presunto agresor hasta el cuartel de la Guardia Civil, situado también a escasos metros.

Al informarle de que se le detenía por un delito de violencia de género se puso agresivo y, al intentar colocarle las esposas, le causó a uno de los agentes lesiones en el dedo de una mano, de los que tuvo que ser atendido también en el centro de salud.

El detenido quedó ingresado en el calabozo del cuartel a la espera de trasladarlo, junto a las diligencias, al juzgado de guardia.