La aparición, en plena noche del sábado, de un segundo foco situado a varios kilómetros del frente principal del incendio del Prat de Cabanes-Torreblanca, es el principal motivo que lleva a los investigadores a pensar que se trata de un fuego intencionado.

Fuentes de la Guardia Civil confirmaron a Mediterráneo que la principal hipótesis es que las llamas fueran originadas por un pirómano debido a que hubo «como mínimo dos focos» activos. Las diligencias, añadieron, todavía siguen sobre el terreno, y no se descarta que hubiera algún otro conato provocado.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Cabanes aseguraron que en las últimas horas del sábado, y mientras «todos los esfuerzos de los bomberos se concentraban en el principal frente, situado Torreblanca», se detectó un segundo fuego justo al lado del acceso a la playa de Carabineros, en el límite entre los términos municipales de Cabanes y Torreblanca y cerca de la N-340.

Pese a que fue sofocado con rapidez, insisten desde el consistorio, el hecho de que esté «a varios kilómetros» del primero y de que se originara a espaldas del mismo pese a que el viento soplaba de componente noreste llevan a pensar en un incendio originado por la mano del hombre.

También la entidad ecologista Gecen vio «evidente» que se trata de un episodio intencionado, y pidió «celeridad en la investigación» y que se aplique «con contundencia» el código penal «a quien resulte ser el autor». De lo contrario, su portavoz, Francisco González, dijo temer «una oleada de incendios como los que hubo en los últimos años, cuando cada temporada se arrasaba el parque».

PARQUE QUEMADO // En paralelo a las labores de investigación, ayer el incendio se dio por extinguido a mediodía, cuando se retiraron las últimas brigadas. Las llamas fueron controladas ya el domingo, pero los bomberos siguieron refrescando la zona durante varias horas. Según el primer balance provisional, el número de hectáreas quemadas asciende a 116, según indicó la concejala de Medio Ambiente de Cabanes, María Dolores Torreblanca.

El fuego ha afectado a una parte importante de una llanura de humedales que destaca por su elevado valor paisajístico y que no solo es parque natural --máxima figura de protección a nivel autonómico-- sino que también pertenece a la red de Natural 2000 y es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Entre las aves de interés allí existente destaca el carricerín real. H