Antonio Tellado Gutiérrez, el hombre que este martes mató a cuchilladas a su exsuegro en el Grao por defender a su nieta del intento de violación de este --como avanzó en exclusiva Mediterráneo-- ya mató hace 24 años a un joven, a quien apuñaló en el pecho con un punzón, a la salida de una discoteca en el polígono de Los Cipreses, según ha podido saber este diario de fuentes solventes.

Fue condenado y cumplió su pena de prisión. A su salida, siguió delinquiendo y el pasado mes de febrero volvió a ser sentenciado por un delito de amenazas en el ámbito de la violencia de género, precisamente, contra su expareja y madre de la joven a la que el martes trató de agredir sexualmente ante sus abuelos.

Aunque su novia les dijo en enero a los agentes de la Policía Local que se llevaran detenido a Tellado --tras un altercado doméstico-- porque iba a interponer denuncia, acabó por no hacerlo. Él la amenazó ante los agentes, diciendo: «yo me iré detenido, pero tú lo pagarás caro y esto no se quedará así». La víctima, sin embargo, se echó atrás y no quiso denunciar y cuando llegó la fecha del juicio tampoco quiso declarar contra él. El juez lo condenó igualmente a 60 días de trabajos comunitarios y le impuso una orden de prohibición de aproximación y de tenencia de armas.

Este mismo lunes la afectada sí se decidió a denunciar en la comisaría de la Policía Nacional de Castellón, apreciando los agentes que había riesgo extremo de que su seguridad peligrara.

PROTECCIÓN

Según ha podido saber este periódico, los efectivos insistieron en ponerle numerosas medidas de protección, una vigilancia que ella tardó en aceptar. Finalmente, accedió a irse a dormir a un centro 24h para mujeres, una decisión que, probablemente, se salvó la vida a ella.

Por desgracia, no pudo evitarse que su maltratador se personara en casa de su madre y el marido de esta y matara al hombre --Casimiro Díaz, conocido como Boni, y de 70 años--. Precisamente, al respecto de una posible protección a las familias de víctimas con riesgo elevado se pronunciaron ayer tanto la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra; como la consellera de Justicia, Gabriela Bravo.

Oltra dijo que Antonio Tellado «debería haber estado en prisión provisional por orden de la Fiscalía al ser un caso de máxima peligrosidad». Por su parte, Bravo incidió en que «cada muerte es un fracaso». «La protección de la víctima funcionó y nada hacía pensar que podía atacar a su familia. Aún así, este hecho nos obliga a revisar las medidas», dijo Bravo, incluyendo una posible extensión de la vigilancia a familiares de mujeres maltratadas.