Condenado por homicidio tras apuñalar mortalmente a un joven con un punzón a la salida de una discoteca en Castellón, sentenciado por otro intento de homicidio cuando estaba en prisión, fichado por numerosos delitos contra el patrimonio y también por violencia de género.

Antonio Tellado Gutiérrez, el maltratador de 46 años que el pasado martes mató a su suegro a puñaladas en el Grao --en una vivienda ubicada a espaldas de los antiguos talleres del puerto-- tiene un amplio historial delictivo con casi una treintena de antecedentes, al que ha tenido acceso este diario. A su salida del Hospital General este jueves, fue increpado por familiares y amigos de las víctimas de su último crimen.

Custodiado por la Policía Nacional, con los brazos vendados y graves heridas en la cabeza, era trasladado hasta la Ciudad de la Justicia de Castellón para pasar a disposición judicial. Tellado abandonó el centro hospitalario entre gritos de «asesino» y «ahora verás lo que es la Justicia».

Uno de los allegados de la joven a la que Tellado pretendía agredir sexualmente gritaba a los agentes «dejadme matarlo» y les preguntaba «no le ha hecho eso a tu hermana o hija, ¿no?». Dos personas llegaron, incluso, a perseguir a la carrera el coche patrulla en el que el detenido viajaba.

El juez lo envió, tras su comparecencia de nuevo a prisión, donde ya ha pasado casi la mitad de su vida. La causa contra él está abierta por homicidio doloso, intento de homicidio, lesiones, amenazas y detención ilegal, según el auto emitido por el Juzgado de Instrucción número 3.

REHUSA DECLARAR

Tellado se acogió a su derecho a no declarar, aunque no ha negado la autoría del crimen de Casimiro Díaz a sus allegados. Sí ha negado haber intentado violar a la hija de su expareja, a quien desnudó y colocó en el sofá de la vivienda, llegando a rajar las prendas de ropa que no podía quitarle a la chica con facilidad.

Según el detenido, su intención era la de evitar que huyera de la casa y no la de agredirla sexualmente. Un extremo que dudan, sin embargo, los investigadores, ya que Tellado dijo a los abuelos antes de obligar a la joven a quitarse la ropa que «iban a ver como sí era un hombre de verdad». Además, se da la circunstancia de que entre los hechos denunciados por su expareja --víctima de maltrato y madre la joven-- constan golpes, amenazas y también agresiones sexuales.