Jordi R.A. eludió ayer el juicio que se celebró contra él en el Juzgado de lo Penal 1 de Castellón por un delito contra la seguridad vial y alegó estar en Ibiza trabajando. El juez decidió celebrar la vista en su ausencia, seis años después de que la Guardia Civil lo sorprendiera en Nules conduciendo por la AP-7 sin carnet --se lo habían retirado por una sentencia de un juzgado de Igualada un año antes--. El fiscal pidió para él una multa de 24 meses a razón de 15 euros diarios (11.160), mientras la defensa solicitó que esta se redujera a 4.464 euros.

Uno de los agentes de la Benemérita que realizaron la intervención recordó que el procesado viajaba al volante de una furgoneta por la autopista cuando él y su compañero --ya fallecido-- decidieron darle el alto y pedirle la documentación. «Dijo que no tenía permiso porque había perdido todos los puntos, pero después de esa afirmación ya no quiso volver a declarar», comentó el efectivo de la Guardia Civil.

El representante del Ministerio Público apuntó en su informe que Jordi R.A. sabía perfectamente que no podía ponerse al volante por haber sido sentenciado por conducir en unos hechos idénticos. Además, durante la vista se hizo referencia a que el juicio ya se suspendió en otra ocasión al alegar el acusado motivos laborales. En este caso, dijo el juez, la vista tenía fecha antes de que el procesado tuviera un compromiso profesional adquirido.