La zona del puerto deportivo de Benicarló, abarrotada de gente a mediodía del pasado sábado, se vio sobresaltada cuando circulaba un vehículo a gran velocidad, frenando bruscamente y derrapando. Además, el conductor llevaba en brazos a un menor de 4 años mientras realizaba estas maniobras de corte peligroso.

De esta forma, muchos de los testigos presenciales de lo que estaba ocurriendo dieron aviso urgente en otras tantas llamadas telefónicas a la Policía Local, cuyos agentes se personaron inmediatamente en la zona. Así, comprobaron como un coche descapotable Opel Tigra, en la avenida Méndez Núñez, conducido por un joven y con el menor en su regazo, daba bandazos de forma temeraria y derrapaba sobre el asfalto. El conductor realizaba gestos de diversión y júbilo.

Como informaron fuentes cercanas a la Policía Local la «primera intención fue darle el alto, pero al ver que iba el menor dentro» prefirieron «que el vehículo se detuviese, cosa que sucedió en un descampado cercano», concretaron estas fuentes policiales.

«No queríamos forzar una situación en la que había un niño por el medio, por lo que esperamos a que el coche se detuviese y tampoco intentamos una persecución que también podría resultar peligrosa, especialmente para el menor», detallaron ayer desde la Policía Local de Benicarló.

EN POSITIVO

Así, una vez reducido el turismo se procedió, en un primer lugar, a la identificación del conductor, cuya filiación respondía a Ismael S.L., de 29 años, natural de Castellón y vecino de la localidad de Benicarló.

Seguidamente, se le practicó al conductor la prueba de alcoholemia, dando resultado positivo, 0,62 mg/l, lo que, inmediatamente se le acusó de un delito contra la seguridad vial.

Así pues, y tras la inmovilización del vehículo por parte de los agentes policiales, se instruyeron las correspondientes diligencias que fueron remitidas a los juzgados de la circunscripción de Vinaròs, y así proceder a las instancias judiciales más cercanas.

Eran las 12.40 horas y los numerosos peatones y vecinos que, a esa hora, frecuentaban la zona del puerto deportivo, con áreas de ocio y restauración, fueron testigos del impresionante despliegue organizado por parte de la Policía Local, para poder proceder a la paralización del coche con el que el joven, con el infante de 4 años, en sus brazos, realizaba las maniobras peligrosas.

Una situación que hubiera provocado gran riesgo para las numerosas personas que se encontraban en las cercanías del conductor que estaba realizando estas acciones con su automóvil y el niño en brazos.