El Consejo de Ministros da luz verde a la extradición de José Luis Gallego Sánchez, el exlegionario de Borriol arrestado en Argentina como presunto autor de la muerte de su pareja, Eva Bou, el pasado mes de septiembre. El Gobierno aprobó el pasado 28 de diciembre el traslado del detenido, que se encuentra en prisión preventiva, acusado de un presunto delito de homicidio que investiga el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Castellón. Según explicaron a este diario desde la Fiscalía Provincial, desde este momento se establece un plazo de 45 días para su traslado a Madrid.

Posteriormente, desde la capital será conducido a Castellón, donde se instruye el supuesto crimen de género cometido en un chalet de la calle San Bartolomé de Borriol. Allí apareció el cadáver de Eva Bou, que tenía 35 años y un hijo menor de edad.

FUGA INTERNACIONAL

Ni rastro halló la Guardia Civil de su compañero sentimental, que tenía antecedentes por violencia de género de una relación anterior. La justicia dictó una orden de búsqueda y captura internacional y se rastreó al exlegionario.

Según la autopsia, la víctima murió entre el 2 y el 3 de septiembre, pero no fue hasta el día 7 cuando los agentes entraron en el inmueble, a instancias de la familia, y la encontraron sin vida.

Los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil descubrieron que Gallego había viajado, tras el presunto homicidio, hasta Madrid, donde tomó un avión a Buenos Aires. Una vez en Argentina, se movió hasta la ciudad de Posadas, en la provincia de Misiones, en el norte del país y casi en la frontera con los países vecinos de Paraguay y Brasil.

Como avanzó Mediterráneo El Pitillo --el apodo por el que se le conocía-- intentó, ya en Argentina, negociar su entrega en territorio europeo, tras sentirse acorralado por las árduas labores de investigación y realizó una llamada a los agentes. Precisamente, ese paso en falso del fugitivo fue lo que permitió su localización y arresto por parte de la Guardia Civil y de la Policía Federal Argentina.

Se da la circunstancia de que en el momento de su detención el fugitivo vestía una gorra de color negro y una camiseta de manga corta, luciendo todos los tatuajes que permitían identificarlo a la perfección. Entre ellos, el que tiene en el cuello con el nombre de Eva y otro en el antebrazo en el que se puede leer siempre juntos.

El arrestado está investigado en una causa abierta por un delito de homicidio, aunque las diligencias que se practiquen determinarán si se mantiene este delito o se le investiga por asesinato.

El crimen de Eva Bou conmocionó a Borriol y las muestras de repulsa por su muerte se sucedieron por toda la provincia.