El martes 25 de septiembre de 2018 ya está en la historia negra de Castelló por uno de los crímenes más espantosos que se han cometido en la ciudad. Ricardo Carrascosa mató a cuchilladas a sus dos hijas de 2 y 6 años y después quitó la vida lanzándose por la ventana. Meses más tarde, la madre de Nerea y Martina intenta rehacer su vida a duras penas tras regresar a Madrid con su familia y ha querido pronunciarse tras el trágico suceso en una entrevista a El País que recogemos a continuación.

Estremecedor relato de la madre

Seis meses después del parricidio, Itziar Prats, psicóloga nacida en Getxo hace 43 años, recuerda cómo supo del asesinato de sus dos hijas. Según cuenta en el citado artículo recibió una llamada de la policía a las 6.00 horas de la madrugada para comunicarle que su exmarido se había suicidado y que necesitaban que confirmaran su identidad. “Me llevaron a donde estaba para confirmar que era él. Nadie más podía hacerlo. No tenía allí familia ni nada. Subimos a la casa porque no podían abrir la puerta. Nadie tenía llaves, y hubo que llamar a los bomberos para abrir. Estuvieron llamando, a ver si abrían las niñas. Me decían que las llamara yo porque me conocían la voz y así contestarían. Los bomberos abrieron la puerta a golpes y entramos. Un bombero, una sanitaria, un policía y yo después. No me dejaron pasar. Me quedé en el pasillo. Dijo la sanitaria: ‘¡Que no pase, que no pase!’. Y ahí fue cuando ya me di cuenta de que mis hijas no estaban. No sé si me desmayé o qué pasó, pero lo siguiente que recuerdo es que estaba en el suelo, abrazada por el policía que me sacó de allí”.

Itziar Prats, que agradece el apoyo que le han prestado los castellonenses solidarizados por su trágica situación, admite que sigue una terapia en Madrid con una psicóloga y un psiquiatra para intentar superar el trance. Afirma que no se ha querido quedar con los enseres de sus hijas salvo con algunas prendas de bebé confeccionadas por su abuela: “He dado todo. No quería tener nada delante porque a mí no me servía nada más que para sufrir”. Sí conserva en el teléfono móvil imágenes y vídeos de las pequeñas, que revisa frecuentemente.

Una denuncia infructuosa con fatal desenlace

Como contamos en Mediterráneo tras el suceso, Itziar Prats denunció a su exmarido por violencia de género; en concreto por amenazas y también malos tratos psicológicos. La madre de Nerea y Martina confirma ahora este extremo: “Me dijeron que no pasaría nada, que los hombres decían mucho pero que no hacían nada. Y aún así fui a comisaría a denunciarlo”. Habló de los “momentos de violencia” de Carrascosa, “los enfados cuando bebía o cuando rompió cosas en casa”. Tras horas de declaración, en la que ella detalló las amenazas a las niñas, clasificaron su situación de “riesgo bajo”, el segundo de menor intensidad después de “no apreciado”. Por encima hay otros tres: “medio, alto y extremo”. “Las amenazas contra mis hijas no se contemplaban en el cuestionario. Y claro, ¿cómo vas a medir una cosa que no está registrada?”. Concluye su exposición Itziar con este lamento: "Denuncié, me dijeron que no pasaría nada y mis hijas ya no están".

También recoge la entrevista publicada por El País que son muchos los castellonenses que se han puesto en contacto con ella y aprovecha este altavoz para agradecer las muestras de apoyo recibidas: “He tenido el apoyo incluso de personas que no me conocían, les ha llegado esto y se han puesto en contacto conmigo. Intentan aportar cada uno su granito de arena para que yo esté mejor y esto sea visible”.

En la imagen inferior vemos la concentración realizada en el colegio en el que estudiaban Nerea y Martina en Castelló: