Siete años y seis meses y cinco años de cárcel son las penas impuestas por la Audiencia Provincial de Castellón a dos narcotraficantes sorprendidos en agosto del 2018 en pleno intercambio de 12 kilos de éxtasis y anfetaminas. El tribunal castellonense considera probado que los dos sentenciados se trasladaron desde un párking de un hotel de la Vall d’Uixó a la colonia San Antonio a bordo de un vehículo. Una vez allí introdujeron en otro el alijo de droga. Los investigadores del caso siguieron a los procesados y presenciaron el intercambio.

En el registro de uno de los coches hallaron una maleta con 14 bolsas de plástico, que contenía una sustancia blanca congelada y tres bolsas con pastillas de color rosa. Fueron posteriormente analizadas, resultando ser 3,9 kilos de anfetamina, con una pureza del 57% y un valor en el mercado de 54.465 euros, y 8,9 kilos de MDMA en pastillas, valoradas en 374.310 euros. En total, la droga intervenida habría alcanzado en el mercado 425.777 euros, tal y como consta en la sentencia.

Ante las pruebas testificales y periciales, los magistrados han impuesto las penas de privación de libertad anteriormente mencionadas, con la circunstancia agravante de reincidencia sobre uno de los acusados que ya tenía antecedentes penales por hechos similares --fue condenado a tres años de cárcel por tráfico de drogas en el año 2014--. Además sentencian a los dos narcos a abonar un total de 1,7 millones de euros en concepto de multa.

OTRA CONDENA / El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat dio también ayer a conocer un fallo, adelantado el pasado mes de octubre por Mediterráneo, por la que se imponen siete años de cárcel a un ciudadano colombiano que organizaba la recepción de cocaína procedente de Costa Rica por correo postal. La droga llegaba a la Vall d’Uixó para ser después distribuida por diversos bares y locales de ocio de Castellón y València, como declara probado el tribunal del caso.

El juzgado autorizó la entrega vigilada de los paquetes, que llegaron a Madrid, para confirmar quiénes estaban detrás de esas entregas, interceptando en la Vall d’Uixó dos fardos, cuyo contenido era de un kilo de cocaína en cada uno, con purezas que superaban el 75% y un valor de unos 80.000 euros. La Guardia Civil detuvo entonces al condenado.