La agresión homófoba a una pareja de lesbianas, que fueron increpadas y golpeadas por el mero hecho de estar besándose en una calle de València, se ha saldado finalmente con una condena de quince meses de prisión y una multa de 720 euros por un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas y otra multa de 240 euros por dos delitos leves de lesiones.

El acusado, que no se presentó a la vista oral señalada el pasado 16 de octubre, ha reconocido hoy los hechos en el juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València. Además de la pena de prisión, que le será suspendida al ser inferior a los dos años y carecer de antecedentes, la Sala le impone tres años de alejamiento de sus víctimas, cinco años de inhabilitación especial para profesión u oficio educativo, asó como que indemnice a las jóvenes con 450 euros por las lesiones y con 1.000 euros por los daños morales.

Los hechos ocurrieron la tarde del 17 de junio de 2018 en el barrio la Raiosa de València. «Nos pegó porque no le dejamos participar y no soportaba ver a dos chicas besándose», relató a Levante-EMV Paula, de 19 años pero que en esos momentos todavía era menor de edad. Como consecuencia de la agresión sufrió una contusión sangrante en el tabique nasal. Su novia, Samantha, de 21, también sufrió lesiones en el codo y ambas tuvieron que recibir asistencia médica por los golpes.

«Como no le dejamos participar nos dijo que éramos unas guarras, unas lesbianas y unas asquerosas, y que eso no lo podíamos hacer por ahí», explica Samantha. «Se puso muy agresivo», añade Paula, a la vez que su agresor les escupía. «Enganchó del pelo a mi novia y a mí me tiró contra la pared, fue todo muy rápido».

Cuando agentes de la Policía Local de València arrestaron al agresor éste justificó su acción con más comentarios homófobos como que "dos mujeres no se pueden besar en la calle" y que "los mayores tenemos que decirle a los jóvenes lo que está bien y lo que está mal". La Fiscalía especializada en delitos de odio considera que tanto el ataque físico como los insultos y expresiones del acusado suponen "una agresión humillante, vejatoria y atentatoria contra la dignidad de las dos jóvenes".

En la Comunitat Valenciana cada tres días se produce un caso de discriminación o agresión por delitos de odio. Las jóvenes agredidas, que hoy no han tenido que declarar al llegar a un acuerdo de conformidad la defensa del acusado con la Fiscalía, sostienen: «Es gente que tiene otra mentalidad, no nos comprende, cada uno podemos hacer lo que queramos, estamos en libertad». «Somos personas que nos queremos y no tiene por qué nadie decirnos nada, ni tacharnos de nada, somos libres para besar a quien queramos», concluyeron las víctimas en una entrevista con este periódico.