Solo hacía cinco días que Altaf Husain, de 43 años y natural de Pakistán, había llegado a Castelló para trabajar y labrarse un futuro mejor. Sus amigos están conmocionados por su muerte a manos de un conductor que el lunes lo atropelló y se dio a la fuga en la Ronda Magdalena de la capital.

La mala suerte hizo que el fallecido cruzara la calzada justo en el momento en el que un coche llegaba a toda velocidad y tras una supuesta conducción temeraria, según sospechan los investigadores. Extraña paradoja, pues cinco minutos antes de que su vida de apagara Altaf se encontraba feliz porque la fortuna le había sonreído. Había ganado un premio en un juego de azar e iba a celebrar su buena racha con una cena.

«Le habían tocado 140 euros en la máquina tragaperras de un bar y se iba con una persona que lo acompañaba a comer algo para festejarlo», explicó ayer un amigo del fallecido, trabajador de una frutería ubicada justo en el lugar donde fue atropellado (frente a la iglesia de la Sagrada Familia y el Bar Roca).

«Era una buena persona, había empezado a trabajar en un locutorio cercano y en su país tenía a su mujer y su hija de cuatro años», explicó a este diario un compatriota, apesadumbrado.

Una empresaria y vecina de la zona, con un negocio de estética ubicado en las inmediaciones del punto del atropello, asegura que no ha podido dormir desde que sucedieran los hechos. «Cuando llegué a mi casa, acababa de venir la ambulancia y la víctima yacía en el suelo. Me impactó mucho la imagen. No podíamos hacer nada por él y sentí muchos nervios y mucha impotencia», recordó la mujer ayer, en declaraciones a este periódico. Tras el brutal impacto, los médicos no pudieron más que confirmar la muerte de Altaf.

La Policía Científica se centra ahora en analizar las huellas halladas en el interior del vehículo, que pertenecen a varias personas. Los agentes intentan determinar ahora qué tiempo pueden tener las marcas dactilares para intentar dilucidar quién era el conductor. Pese a haber encontrado el coche, todavía no ha trascendido ninguna detención.

Según ha podido saber este diario, la familia propietaria del vehículo y que está bajo sospecha, de nacionalidad española, es conocida por los agentes por sus antecedentes por delitos contra el patrimonio. Al parecer, varios de sus miembros han estado implicados antes en robos con fuerza, aunque no se habían visto hasta la fecha involucrados en delitos violentos. El turismo está a nombre de la matriarca, de avanzada edad, pero los agentes parecen tener claro que no era ella la que iba al volante.

La Policía Local de Castelló elabora el atestado del atropello --es competente en delitos de seguridad vial--, mientras la Nacional se encarga del resto.