La Policía Nacional detuvo ayer a una mujer por el atropello mortal de la Ronda Magdalena. Se trata de una de las dos hijas de la propietaria del coche, que el lunes por la noche arrolló a un ciudadano paquistaní de 43 años y se dio a la fuga sin socorrerlo. La arrestada responde a las iniciales R.S.F. y tiene unos 30 años.

Fundamental ha resultado para identificar a la supuesta conductora el testimonio de la titular del Peugeot 206 que fue hallado --con graves daños en la luna y la carrocería-- aparcado en un vado de la calle Miguel Juan Pascual. La dueña, que supera los 70 años, fue interrogada por los investigadores del caso y, según ha podido saber Mediterráneo, indicó a los agentes que la persona que solía ir al volante de ese coche era una de sus dos hijas.

Estas manifestaciones, unidas a los vestigios encontrados por la Policía Científica en el interior del Peugeot 206, han llevado hasta R.S.F., quien está acusada de un delito de homicidio por imprudencia y también de otro de omisión del deber de socorro.

Solo hacía cinco días que el fallecido, Altaf Husain, había llegado a Castelló para incorporarse como trabajador en un locutorio de la capital. Tenía mujer y una hija de cuatro años y cinco minutos antes de morir había ganado 140 euros en una máquina tragaperras e iba a celebrarlo con una cena en un restaurante.

Fue arrollado el lunes cuando cruzaba la calzada cerca del conocido bar Roca, situado frente a la iglesia de la Sagrada Familia. Un coche que iba a toda velocidad lo embistió. Según informó el Centro de Información y Coordinación de Urgencias, un SAMU y un Soporte Vital Básico se desplazaron al recibir el aviso al lugar de los hechos para atender al peatón. Sin embargo, no pudieron más que confirmar el fallecimiento del hombre atropellado.

Los agentes hablaron con el amigo que acompañaba a la víctima en el momento del suceso, pero este solo logró ver que el coche era de tamaño reducido y no alcanzó a coger la matrícula. El esclarecimiento parecía difícil.

EL HALLAZGO DEL COCHE / Veinte horas después del atropello mortal, la Policía Local pudo localizar el vehículo, gracias al aviso de un ciudadano que pasaba por la zona y se fijó en los daños que presentaba. Los agentes de la Policía Nacional se hicieron cargo del análisis del turismo e, inmediatamente, lo relacionaron con una familia conocida por delitos contra el patrimonio. Tuvieron claro que la dueña del mismo, de avanzada edad, no lo conducía esa noche y comenzaron a investigar a su entorno más cercano hasta que ayer procedieron a la detención de una hija suya.