Lo ha vuelto a hacer. El ladrón de la alcantarilla, que revienta escaparates de Castelló ayudado de una rejilla, volvió a actuar en la madrugada de ayer en un establecimiento de la avenida Rey Don Jaime. Concretamente, asaltó La Casa del Móvil, sita en el número 112. Como ya suele ser habitual en su modus operandi, cometió su último robo de madrugada y golpeó el cristal de la tienda con la tapa de una alcantarilla hasta hacer el agujero que le permitió introducir la mano y hacerse con diez teléfonos de alta gama.

Así lo explicó ayer a Mediterráneo la propietaria del comercio, a quien la Policía Nacional avisó sobre las 7.15 horas de lo sucedido. «El robo fue sobre las 2.00 horas y sonó la alarma de la tienda. Me llamaron por teléfono para avisarme en ese instante, pero no lo escuché», aseguró la afectada en declaraciones a este diario.

La Policía Científica acudió ayer por la mañana al local para realizar la inspección ocular en busca de vestigios que identificaran al autor de los hechos.

El negocio cuenta con cámaras interiores, pero no con imágenes del exterior en las que se apreciara la rotura del escaparate --sí las hubo en otro caso reciente--. El asaltante, tras apoderarse de los teléfonos, dejó allí la tapa de alcantarilla utilizada, una prueba que también examinaron los efectivos. Aunque no hallaron huellas, los agentes están seguros de que, tras este nuevo robo, está la firma del caco que ha asaltado en el último mes, al menos, cuatro tiendas de móviles con una manera de proceder idéntica. Una de ellas se encuentra en la misma avenida Rey Don Jaime, otra en la plaza Clavé y una tercera en la avenida Valencia.

Los investigadores intentan demostrar que se trata de una actividad delictiva continuada y centran sus esfuerzos en cazar al ladrón de la alcantarilla que ha despertado la alerta entre las tiendas de electrónica de la capital.

ÚLTIMA DETENCIÓN

Cabe recordar que los agentes lo arrestaron este mismo mes tras uno de sus golpes recientes en la plaza Clavé, pero el juzgado lo dejó en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial, según confirmaron a este diario fuentes del caso. En esa ocasión fue fundamental la colaboración ciudadana, pues un testigo observó el robo, llamó a la Policía Local y retransmitió a los agentes la zona por la que huía el asaltante, mientras lo perseguía con su patinete eléctrico. El caco acabó detenido, aunque su puesta en libertad no tardó en llegar.