Dos gemelos de Torrevieja, investigados por tres delitos, entre ellos uno de corrupción de menores, se enfrentan a penas de 13 años de prisión acusados por la Fiscalía de amenazar a niñas de 11 y 12 años a través de redes sociales para que les enviaran fotos íntimas. El caso se conoció ayer porque tuvo lugar una vista en la sección VII de la Audiencia, con sede en Elche, para decidir sobre la prórroga de prisión pues el próximo mes de marzo se cumplen dos años desde que ingresaron en la cárcel por estos hechos. En dicho acto, la Fiscalía ofreció una reducción de la pena que solicita a cambio de que se declaren culpables y reconozcan los hechos que se le imputan, además de indemnizar a cada una de las cuatro víctimas en la cantidad de 3.000 euros.

La Fiscalía, para hacer este ofrecimiento que evitaría la celebración del juicio y lo que ello supondría para las menores, ha tenido en cuenta varios atenuantes, entre ellos el de reparación del daño, ya que los dos acusados han consignado 4.000 euros al juzgado como adelanto de las posibles indemnizaciones y que es un tercio de lo que pide el Ministerio Público. La reducción de la pena es muy drástica porque el fiscal pasa de solicitar nueve años por el delito de corrupción a 16 meses, 16 meses por las amenazas y ocho meses por el contacto por internet. El hecho de que lleven dos años en la cárcel les permitiría disponer muy pronto de beneficios penitenciarios.

Acuerdo

Durante la vista de ayer se acordó la prórroga de la prisión preventiva y ahora la defensa estudiará el acuerdo que le propone la Fiscalía para determinar si lo acepta o, por el contrario, los acusados defienden su inocencia en un procedimiento en el que el acusador público volverá a solicitar la pena que figura en su escrito de calificación provisional: trece años de prisión.

El fiscal considera en su escrito que los dos acusados, de 26 años de edad, crearon en el verano de 2017 varias cuentas en la red social Instagram con perfiles falsos en los que se hacían pasar por menores.

Una vez establecían una relación de confianza con jóvenes menores de edad, acababan amenazándolas y les exigían «que les enviaran fotografías y vídeos en los que aparecieran desnudas y realizando actos de contenido sexual», señala el fiscal en su escrito. Según los investigadores, tal y como refleja la acusación, los dos imputados llegaron a utilizar hasta ocho perfiles falsos en los que se hacían pasar tanto por chicos como por chicas.

¿Cómo lo conseguían?

A una de ellas le pidieron fotos desnuda y, al negarse, le amenazaron con enviar imágenes de otras chicas a sus contactos diciendo que eran de ella. Tras enviarle tres fotografías por miedo, los acusados le pidieron un vídeo pornográfico, amenazando con mandar esas imágenes si no accedía a seguir suministrando material. Cuando la menor bloqueaba las cuentas, contactaban con ella con alguna de las otras creadas para tan fin y continuaban amenazándola.

En otro caso se sirvieron de las relaciones personales entre las víctimas a fin de que les enviaran material pedófilo, amenazándolas con revelar secretos e imágenes entre ellas. A algunas de ellas llegaron incluso a proponerle ir a sus casas a hacerles fotos.