Cuando se cumplen 20 años del crimen del Eurosol, en el que un joven rumano de 21 años murió tiroteado en plena avenida Ferrandis Salvador de Benicàssim, el Tribunal Supremo ha rechazado el último recurso --uno extraordinario de revisión-- presentado por las defensas de los dos homicidas condenados, Gigi B. L. y Ion Víctor P., quienes cumplen condena en prisión.

Cabe recordar que esta muerte violenta, acaecida en el año 2000, pemaneció sin resolverse hasta el 2014. La Guardia Civil no consiguió identificar a los autores de los tiros en un primer momento y, diez años después, el grupo de Homicidios reabrió el caso y logró detener en Italia a los dos sentenciados. La Audiencia Provincial de Castellón los llevó a un juicio con jurado popular y los sentenció a cinco años por homicidio en el año 2016.

Los letrados defensores recurrieron el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia y, más tarde, ante el Tribunal Supremo (TS). Ambos órganos ratificaron las penas impuestas a los procesados. Ahora, tras agotar otro cartucho con el TS, la Justicia vuelve a fallar en condena. Los abogados de Gigi B. L. y Víctor P. alegaron en este último escrito que la Audiencia Provincial no había tenido en cuenta los testimonios de varios vecinos, quienes dijeron que habían visto a más de dos personas la noche del crimen, corriendo por la avenida Ferrandis Salvador. Para sus letrados, Gigi B. L. y Ion Víctor P. son «dos personas inocentes, que están cumpliendo una injusta condena de prisión».

Según declaró probado el tribunal castellonense, los sentenciados mataron de un disparo a su compañero de piso en plena calle en el Eurosol de Benicàssim, a la altura de los apartamentos Tres Carabelas. Los magistrados determinaron que Gigi B. L. sacó una pistola semiautomática de calibre 9 milímetros y efectuó varios disparos contra la víctima.

LE ATRAVESÓ LA AORTA / Uno de ellos le atravesó la aorta y causó la muerte al joven, que solo tenía 21 años. Lo hizo con la aprobación y el consentimiento de Ion Victor P., que presenció el homicidio en Benicàssim.

Aunque los dos procesados negaron tajantemente haber matado a su compatriota y señalaron a un encapuchado como autor de los disparos mortales, los restos de bario, plomo y antimonio hallados en la mano izquierda de Gigi B. L. convencieron al tribunal del jurado de que él era quien había tiroteado a la víctima. Por ello, el jurado popular declaró culpables por unanimidad a los dos acusados, que fueron juzgados en la Audiencia.

Para su defensa, el hecho de encontrar restos de elementos de disparo en las manos de Gigi B. L. «no da por hecho que tuviese el arma, sino que estaba en el área de influencia, algo que nunca negó. Además el recurrente es diestro y los restos detectados aparecieron en la mano izquierda», razonó el abogado, cuyos recursos han sido desestimados.