A primera hora de ayer los bomberos del parque de Nules acudieron a la extinción de un incendio declarado en un bajo de la calle 9 del barrio de Carbonaire de la Vall d’Uixó que, si bien solo generó una importante humareda que alertó a los vecinos, acabó siendo la puerta a un descubrimiento inesperado: 1.200 plantas de marihuana. Según todos los indicios, la sobrecarga eléctrica provocó el fuego en un cuadro de luz.

El aviso al que respondieron los servicios de emergencias nada hacía sospechar del desenlace. En primera instancia, se trataba de extinguir un fuego en el bajo de un edificio de viviendas, donde se había realizado un desalojo preventivo, según indicaron los bomberos --fuentes municipales aseguraron que no fue necesaria la evacuación--. El suceso solo provocó mucho humo y un fuerte olor, que fue lo que, precisamente, puso en alerta a los residentes.

Una vez en el lugar, los bomberos comprobaron que solo se había visto afectado un cuadro eléctrico, aunque la sorpresa se la iban a encontrar en el interior del local afectado, donde años atrás hubo una carpintería. Como ha podido saber Mediterráneo, la instalación --en apariencia reciente-- para el cultivo de la marihuana era importante y podría ser el origen del incendio, que no tuvo mayores consecuencias.

UNA PERSONA EN EL INTERIOR

Dentro del local había una persona, que no era el propietario del mismo y que, supuestamente, se estaría encargando de cuidar los plantones de escasa altura. Todo apunta a que la Guardia Civil lo habría detenido por su vinculación con el cultivo indoor. La Benemérita se ha hecho cargo de la investigación y aunque también conoce la identidad del dueño del bajo, ayer no trascendió que se le hubiera arrestado. Como pudo comprobar este diario, los agentes estuvieron durante toda la jornada realizando averiguaciones en el lugar.

El viernes pasado la Guardia Civil ya detuvo en Vinaròs a dos hombres cuando, supuestamente, iban a transportar nueve cajas con esquejes de marihuana.