Las compras por internet estarán esta campaña de Navidad más presentes que nunca. La crisis sanitaria del covid-19, que obliga a limitar horarios y aforos, ha provocado un cambio en los hábitos de consumo e incluso el pequeño comercio, con menos recursos que las grandes firmas, se reinventa y se encomienda a las redes sociales para dar a conocer sus productos u ofrecer encargos personalizados.

En el contexto actual el riesgo de sufrir una estafa on line está más presente que nunca y las autoridades insisten en extremar las precauciones para no ser víctimas de un fraude o del robo de los datos de la tarjeta de crédito, uno de los hechos más repetidos. Para ello, recomiendan utilizar siempre plataformas de compra segura y no fiarnos de sitios a los que nos redirigen directamente anuncios de Instagram (esta red social está siendo especialmente utilizada por los estafadores) o Facebook.

La información es poder

Los datos bancarios son hoy en día el mayor botín para algunos ladrones. El código PIN, las claves para operar por internet, las confirmaciones de operaciones a través de un sms al móvil... la era digital ha revolucionado, a golpe de clic, la manera en la que manejamos nuestras cuentas y también ha puesto a los delincuentes tras la pista de nuestra información económica. En Castelló se han disparado las estafas a través de internet y ya suponen cerca del 20% de las denuncias que se reciben en la comisaría, según fuentes consultadas.

Uno de los hechos más detectados son los engaños a modo de compras involuntarias. Es decir, pequeños cargos que aparecen en la cuenta corriente y que la víctima no es consciente de haber realizado. Al parecer, se trata de un timo que propicia el clic del internauta en alguna publicidad y que, automáticamente, genera un cargo en la tarjeta. No se trata de grandes cantidades, sino de 20, 30 o 40 euros, pero muchos son los castellonenses que lo han denunciado por miedo a seguir recibiendo cobros indeseados.

El hackeo de la banca on line también ha provocado el vaciado de cuentas en cuestión de minutos en la provincia. Bastan un par de transferencias internacionales para desplumar al afectado. Ante un suceso de estas características, es importante tramitar el bloqueo con el banco y denunciar de inmediato.

Los delitos a través de internet se han duplicado en Castellón en tres años. El incremento de la ciberdelincuencia (en el conjunto nacional la tendencia es la misma, con más de 110.000 infracciones en 2018) preocupa, y no poco, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El capitán de la Policía Judicial de la Guardia Ci vil, Javier Ayuso, reconoció en una entrevista a Mediterráneo tras su nombramiento: «Ahora debemos controlar mar, tierra, aire e internet». En los mismos términos se pronuncia el subinspector Pere Cervantes, experto en delitos virtuales de la Policía Nacional, quien lamentó en una charla reciente que los usuarios se comporten «de forma kamikaze». «Cada vez están más conectados, por lo que son más vulnerables, ya que los delincuentes se aprovechan de las lagunas legales y muchas veces de su dejadez», puntualizó.

Las autoridades advierten que en internet toda precaución es poca y cabe pensarlo dos veces antes de dar datos sensibles.