Con la llegada del invierno, aumenta el número de avisos por incendios en el interior de viviendas, como el que se produjo ayer en Burriana, en el que se vieron afectadas ocho personas, seis residentes de un mismo edificio, un Guardia Civil y un Policía Local, la mayoría de los cuales tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios desplazados a la zona, por inhalación de humo.

El suceso se produjo sobre las diez de la mañana en una vivienda de tres alturas, en el casco antiguo de Burriana. Según el Consorcio Provincial de Bomberos, las llamas comenzaron, por causas sin precisar, en un colchón de la segunda planta. Los residentes, asustados, decidieron sacarlo al hueco de la escalera, lo que provocó que el material entrara en combustión y causó humareda y que las llamas afectaran a la única vía de evacuación de la casa.

La planta baja estaba vacía, pues en ella no vive nadie, pero sí que había vecinos en la tercera. En total, en el operativo de emergencias, en el que además de los bomberos participaron Policía Local y Guardia Civil, evacuaron a seis personas. El CICU confirmó que dos de los vecinos tuvieron que ser atendidos por intoxicación por humo, así como un agente de la Policía Local y otro de la Guardia Civil.

A pesar de lo aparatoso de las circunstancias, que llevó a los bomberos a acceder a la vivienda por una ventana, al no poder entrar por la planta baja, confirmaron que no hubo mayores problemas para controlar las llamas.

Otro incidente habitual en estas fechas es el que se produjo por la tarde en Orpesa. Los efectivos del Consorcio de Bomberos acudieron a una llamada de emergencias por lo que parecía ser el incendio de una chimenea en una casa. Una vez en la vivienda comprobaron que solo se había afectado el tubo de evacuación del humo y lo controlaron de inmediato.