El cadáver de una persona transexual apareció en un huerto de naranjos del camí Fadrell de Castelló en marzo del 2019. Desde el principio, los investigadores supieron que se trataba de una muerte violenta y acabaron deteniendo a dos personas, un hombre y una mujer como presuntos autores. Desde entonces, se encuentran en prisión preventiva, una circunstancia que ha prorrogado ahora la Audiencia Provincial a la espera de juicio.

La Fiscalía pide 30 años de prisión por un delito de asesinato para uno de los acusados, Rafael G.E., expareja de la víctima y con antecedentes por otra muerte. El procesado, de 42 años, había salido de la cárcel solo unos meses antes del asesinato de su ex, tal y como avanzó este diario. Hace ahora 23 años, en 1997, ya cosió a puñaladas a José Rajel Ruiz, un hostelero jubilado de 65 años en el camí l’Horta de la capital de la Plana hasta acabar con su vida. Por esos hechos fue condenado en el año 2000 a dos décadas entre rejas por asesinato y robo. Salió en libertad a finales del 2018 y, según mantiene el fiscal, reincidió.

Según apunta el Ministerio Público en su escrito provisional, durante la estancia de Rafael G.E. en prisión por el otro crimen comenzó una relación sentimental con la persona ahora asesinada. Estuvieron juntos varios años y llegaron a convivir a la salida del acusado de prisión. La víctima llegó a contratar un seguro de vida de 25.000 euros en favor de su cónyuge que, según la Fiscalía, podría ser parte del móvil del crimen.

El acusado y quien fuera su pareja rompieron al enterarse esta última de que Rafael G.E. mantenía otra relación con una mujer --también acusada en el procedimiento y para quien se solicitan 24 años de cárcel--. Supuestamente, la pareja recientemente formada decidió, de común acuerdo, acabar con la vida de la víctima.

Las tres personas quedaron y se montaron en un coche. La expareja iba delante y la nueva novia viajaba en la parte trasera. En un momento dado, la mujer cogió, supuestamente, el cable de una plancha y estranguló a la persona asesinada. Ella fue, según el relato del fiscal, la autora material del crimen. Por su parte, Rafael G.E. arrancó el coche y, para que no los descubrieran, condujo hasta que la víctima dejó de moverse y confirmaron que había muerto.

Posteriormente, los dos procesados llevaron, supuestamente, el cadáver hasta un huerto del camí Fadrell y lo abandonaron, no sin antes quitarle un anillo de oro y cuatro teléfonos móviles.

El fiscal los acusa de asesinato con alevosía y robo con violencia y pide que indemnicen de forma conjunta al padre de la víctima y a su hermano en la cantidad de 30.000 euros para cada uno.