Dos terribles casos que tuvieron lugar en la provincia encontraron en internet su perfecto lugar de expresión, en un caso como herramienta para darlo a conocer y en el otro como medio para conseguir ‘presas’. Sucesos que, de nuevo, muestran el lado más oscuro de la red e invitan a reflexionar sobre el impacto de las nuevas tecnologías.

Horas de torturas

Horas de torturas Uno de ellos se conoció esta semana. Mediante el uso de una llave inglesa y una batidora industrial, tres jóvenes, conocidos okupas de 16, 17 y 18 años, torturaron a un hombre en una vivienda de Benicarló hasta dejarlo en estado muy grave, con traumatismos craneoencefálicos severos, costillas y una vértebra rotas y lesiones de importancia en la mano. Más de 10 horas de martirio que, además, fue retransmitido por Instagram, y que solo fue interrumpido por la llegada de la Guardia Civil.

Fue precisamente un espectador de tan macabro vídeo el que dio aviso a las autoridades de lo que estaba sucediendo en dicho inmueble. Los jóvenes, que por lo visto estaban consumiendo algún tipo de droga fumada, aparecen fuera de sí y la víctima, llorando y suplicando clemencia. Asimismo, culpan a la víctima, de 30 años, de haber violado a una niña --un extremo del que no existe ningún indicio y que parece ser mentira--.

Detrás de este terrible suceso podría haber un móvil económico, pues los investigadores tienen indicios de que los adolescentes querrían, supuestamente, apoderarse de un dinero que el hombre tenía en el banco. De hecho, en el momento de la entrada en la vivienda los agentes sorprendieron a uno de los jóvenes con una cartilla bancaria propiedad del secuestrado en las manos.

El detenido mayor de edad está en prisión sin fianza. Respecto a los menores, desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana no dieron detalles, pero podrían estar un centro de detención.

Condena

Condena Otro caso volvió a la actualidad esta semana, después de que el Tribunal confirmara una pena de 67 años de cárcel para un hombre que en el 2018 fue condenado por la Audiencia Provincial de Castellón por corromper a 32 menores y abusar de cuatro.

En este caso el individuo utilizaba su cuenta de Tuenti para, a través de perfiles falsos o pseudónimos, contactar con las víctimas. El tribunal considera probado que contactó con unas 365 chicas menores a las que ofreció dinero, regalos u otras prebendas. El condenado logró concertar citas con más de 30 niñas, aunque la mayoría de ellas no acudieron al encuentro. A algunas les pidió, además, que le enviaran fotos sin ropa y a una le envío una foto de contenido sexual.

Sí que logró sin embargo quedar con cuatro, de entre 14 y 16 años, con las que mantuvo relaciones sexuales a cambio de dinero -ente 30 y 100 euros- o regalos como ropa o teléfonos móviles.

En su recurso el acusado señala que Tuenti vulneró el secreto a las comunicaciones y a la intimidad personal sin control judicial alguno, razón que no fue atendida por el tribunal.