Felipe Boix Miralles, así se llama el cazador desaparecido en Catí desde el pasado domingo. Su familia, tras tres días sin tener ninguna novedad sobre su paradero y tras recibir la noticia de que iba a suspenderse el operativo oficial de búsqueda, ha querido hacer un llamamiento para pedir la ayuda de los vecinos de la provincia en general.

Decididos a no descansar hasta localizarlo, van a seguir organizando batidas cada día para las que piden colaboración. Comenzarán hoy a las 8.00 horas. Saldrán desde el paraje de la Font Vella. A medida que vayan completando zonas «iremos tachándolas en el mapa» para continuar y no dejar ni un rincón sin explorar.

Pero como tampoco descartan que pudiera estar más lejos, es por lo que no quieren cerrar ninguna opción y han difundido su fotografía por si cualquier vecino de cualquier municipio lo viera o se hubiera cruzado con él estos días.

En el momento de su desaparición, Felipe vestía un pantalón marrón oscuro, chaleco de camuflaje, un suéter de color gris con una línea granate en cuello y mangas, unos zapatos bajos de color marrón y una gorra. También llevaba un bastón, una mochila y la escopeta.

La última vez que lo vieron, el domingo pasada sobre las 13.00 horas, estaba por los alrededores de la Masía Encerrut, en el término municipal de Catí, cuando practicaba caza menor en el coto del municipio.