La Audiencia Provincial de Castellón ha ordenado el ingreso inmediato en prisión de Carlos Franch, el entrenador de gimnasia de Betxí condenado recientemente a 15 años y seis meses por abusos sexuales a tres de sus discípulas menores. El máximo órgano judicial en la provincia ha celebrado una vista para abordar la situación del ya penado, quien llegó al juicio oral en situación de libertad con cargos tras un periodo de prisión preventiva, y ha determinado que su reciente condena ha aumentado «exponencialmente» el riesgo de fuga, según reza el auto al que ha tenido acceso este periódico.

Por ello, el tribunal castellonense ha decidido no esperar a la resolución del recurso presentado por la defensa de Franch en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) y ha decretado de nuevo su entrada en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

Franch, exentrenador de gimnasia y exconserje del polideportivo municipal de Betxí, se enfrentó a un mediático juicio a mediados del pasado noviembre -la crisis sanitaria del coronavirus obligó a suspender la vista en la primera fecha marcada el pasado verano--. El tribunal lo sentenció por abusos a tres de sus exalumnas, de entre 9 y 14 años. Otros dos casos fueron declarados probados, pero ya prescritos por el tiempo transcurrido desde que se produjeron, como recoge la sentencia.

Los magistrados declararon probado que el exentrenador desempeñaba la función de entrenador de gimnasia de menores federadas en el club donde desde su fundación en 1989 y en el que había ostentado diferentes cargos (incluso de presidente y secretario).

Según detalla la sentencia, el ya condenado por abusos dirigía los entrenamientos de forma «dura» y «exigente», llevando a las niñas al límite, haciendo uso de insultos y menosprecios para dirigirse a ellas --las llamaba «subnormales», «inútiles» y «niñatas de mierda»--. Además, se comportaba de forma agresiva, tirando objetos al suelo o pegando puñetazos a las paredes cuando se enfadaba.

‘MODUS OPERANDI’

El expreparador deportivo se aprovechaba de la autoridad que tenía y de los sentimientos de miedo, respeto y admiración que despertaba en sus discípulas, según el documento judicial. Como modus operandi habitual, Franch utilizaba el pretexto de realizar masajes deportivos a las menores para obtener placer. Hacía que las víctimas se tumbaras y colocaba el pie de estas en sus partes, iniciando movimientos de fricción para masturbarse. Este tipo de masajes se produjeron tanto en las instalaciones deportivas utilizadas por el club, como en dependencias a las que el condenado tenía acceso por su condición de conserje, como en su propio domicilio, a donde las niñas acudían con autorización paterna.

La Audiencia Provincial condenó como responsables civiles al Club Gimnàstic y también al Ayuntamiento de Betxí, quienes deberán pagar 16.000 euros a las víctimas en indemnizaciones.