El Juzgado de lo Penal de Vinaròs acoge los próximos días 1, 2 y 3 de febrero el juicio contra dos enfermeras del Hospital Comarcal de Vinaròs, acusadas del homicidio por imprudencia de una niña de 20 meses. Los hechos por los que serán juzgadas sucedieron en noviembre del 2018, cuando la pequeña acudió al centro hospitalario por una gastroenteritis. La Fiscalía pide para cada una de las procesadas tres años de prisión, así como la inhabilitación para ejercer la enfermería durante otros tres. La acusación eleva a cuatro la solicitud de cárcel y a seis la inhabilitación.

Sendas acusaciones sostienen que las procesadas cometieron una imprudencia en sus funciones y suministraron a la menor dos frascos de glucosa, una dosis letal según la investigación interna realizada. Como publicara este periódico, la pequeña comenzó a convulsionar y fue evacuada de urgencia hasta el Hospital General de Castellón, donde acabó muriendo por un fallo multiorgánico, tras haber entrado en un coma irreversible. En la autopsia realizada consta que la menor murió a causa de un «edema cerebral severo» como consecuencia de una «hiperglucemia severa».

El Defensor del Paciente se puso en contacto con la Fiscalía Provincial tras el trágico suceso para pedir que iniciara una investigación y el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Vinaròs acordó en 2019 seguir la causa contra las dos enfermeras al entender que pudieron incurrir en un delito de homicidio por imprudencia por una negligencia en la administración del suero.

El magistrado fue categórico en su auto y afirmó que las sanitarias obraron «con absoluto desconocimiento de su lex artis y de la técnica y ciencia aplicable a su profesión». Como ya publicara Mediterráneo en su momento, en ese mismo auto el juez de Vinaròs acordó el sobreseimiento provisional de las diligencias respecto a otros cuatro investigados --médicos del mismo hospital-- al considerar que su actuación no influyó en el fallecimiento de la menor.

Cabe recordar que la médica que la examinó en un primer momento a la pequeña, quien presentaba vómitos y diarrea-- le diagnosticó un cuadro leve de gastroenteritis y deshidratación y acordó que se le administrara fluidoterapia glucosalina.

Como informó el TSJCV, en lugar de seguir la pauta fijada por la doctora, una enfermera preparó a la niña «un cóctel potencialmente mortal», que incrementaba considerablemente la cantidad de glucosa, según el auto. La enfermera que sustituyó a su compañera tras el cambio de turno mantuvo supuestamente la pauta incorrecta anotada, a pesar de «observar lo inusual de la administración».