Un vídeo grabado en la calle Gravina del Grau de Castelló está corriendo como la pólvora. En el mismo, que se puede reproducir en este artículo que ha llegado a Mediterráneo gracias al propio autor del mismo, se puede observar cómo distintas personas entran y salen de un bar pese a las restricciones motivadas por la pandemia del coronavirus que obliga a cerrar a los negocios de hostelería de toda la Comunitat Valenciana. “Es que ni siquiera llevan bolsas con comida para llevar, que aún podría estar permitido. Entran a hacerse el cubata, el café o el bocadillo y a la tertulia”, denuncian los vecinos preguntados por este periódico.

Estas mismas fuentes aseguran que el vídeo no es una excepción, pues el establecimiento hostelero “abre todos los días desde las 8.00 horas hasta las 22.00 horas, cuando se decreta el toque de queda y ya sería muy descarado. Cada día entran y salen unas cien personas distintas, lo que podemos comprobar por el ruido de la persiana”, afirman los residentes en este citado barrio.

Para quienes estén pensando que esta actitud, presuntamente ilegal ante las últimas normas decretadas, debería ser denunciada ante la policía, los vecinos aseguran que “solo este domingo llamamos unas 30 veces a la Policía Local de Castelló. Al principio no nos hacían caso y después nos pidieron que llamáramos mejor al 092, pero con el mismo éxito. Aquí no vino nadie”, aseguran los vecinos de la calle Gravina del Grau, que tras publicar el vídeo denuncian incluso amenazas: “Hemos recibido mensajes diciendo que van a llenar de mierda el balcón y que ojalá nos pillen”.

Por último, los vecinos con los que ha podido hablar este periódico lamentan que “se salten las normas de esta forma y con tal impunidad”, añadiendo que “esperamos que si pasa algo gordo los agentes acudan con más velocidad y se lo tomen más en serio”.