Dos acusados, un hombre y una mujer, se sientan este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Castellon para enfrentarse a una condena por asesinato. La víctima, una persona transexual, apareció transexualmuerta en un huerto de naranjos del camí Fadrell en marzo del 2019. De su muerte están acusados su expareja, que ya cumplió una pena de prisión por otro asesinato en la capital de la Plana, y la que fuera la novia de este en el momento del crimen.

El juicio ha comenzado hoy a las 12.00 horas, tras dos horas de constitución del tribunal del jurado.

El acusado, Rafael G. E., ha comenzado este lunes su declaración asumiendo la total autoría del asesinato. “Yo soy el único culpable”, ha sostenido ante el jurado popular. El procesado ha mantenido, contrariamente a lo que hizo en ocasiones anteriores en instrucción, que él acabó con la vida de su ex. “La cogí del cuello, apreté y le rompí la nuez. Lo sé porque hizo ruido. Luego la metí en el coche y la tiré en un huerto”, ha explicado a preguntas de la fiscal, exculpando de los cargos a quien fuera su novia en esos momentos. “Soy mala persona, soy un diablo”, ha indicado en su declaración.

El procesado ha negado que matara a su expareja para cobrar un seguro de vida, hecho que mantiene el Ministerio Público.

La otra acusada será la próxima en declarar. Su defensa mantiene que había sido toda la vida “una trabajadora de la hostelería” que, por circunstancias de la vida, “acabó ejerciendo la prostitución por adiccion a la cocaína”. Su letrado afirma que ella no tuvo nada que ver con los hechos y que cuando subió al coche de su entonces novio el cuerpo sin vida de la víctima estaba en el vehículo.

La Fiscalía, que considera a la mujer autora material del crimen y al varón colaborador, pide 30 años de cárcel para él (por asesinato con agravante de reincidencia y robo) y 24 para la procesada.

La vista se prolongará durante cuatro jornadas en el salón de actos de la Ciudad de la Justicia de Castellón.