La Audiencia de Castellón celebró ayer la segunda jornada del juicio con jurado popular que analiza el crimen de una mujer transexual, que apareció sin vida en un huerto próximo al camí Caminàs en marzo del 2019. En el banquillo se sientan como acusados el exnovio de la persona asesinada --Rafael G.E.--, quien se autoinculpó en la primera jornada del juicio y dijo ser «un diablo», y la pareja de este --Yolanda M.G--, que se presentó como inocente y negó su implicación en el estrangulamiento de Isa con el cable de una plancha.

Ayer, sin embargo, el testimonio de varias personas apuntó a la mujer acusada como autora del asesinato. Media docena de policías nacionales trasladaron sus sospechas al tribunal acerca de la participación de Yolanda M.G..

«Tras las detenciones, Rafael nos confesó cómo la habían matado y nos dijo dónde estaban el cable y otros objetos. Vimos que Yolanda mentía en su declaración y Rafael se enfadó mucho porque vio que ella quería echarle la culpa de todo», recordó un inspector.

En un traslado policial, tras estas desavenencias entre los dos acusados, el procesado contó a los agentes que la autora material era su entonces pareja sentimental, Yolanda M.G., quien habría asfixiado a la víctima desde el asiento trasero del coche, mientras Rafael G.E. conducía el vehículo. Esa es, precisamente, la versión que mantiene también la Fiscalía.

«Nos dijo que antes de llegar al albergue municipal, donde recogieron a la víctima, Yolanda se había cambiado al asiento de atrás. En el vehículo se peleó con la fallecida y acabó por matarla. Rafael contó que él iba al volante y no reaccionó», dijo otro agente.

En la lista de testigos de ayer figuraba también una mujer que ejercía la prostitución en el Caminàs junto a la procesada. Explicó que, tras el crimen, la acusada le pidió que mintiera si la policía le preguntaba y dijera que habían estado juntas. «Un día, mientras caminábamos, me dijo que se la habían cargado, pero yo no me lo creí. No le di importancia porque ella era muy mentirosa», aseguró a preguntas de la fiscal del caso.

Por videoconferencia declaró quien fuera la mejor amiga de la víctima, quien recordó la tormentosa relación que había mantenido Isa con Rafael G.E.. «Estuvieron juntos mientras él estaba preso en Santander y luego lo dejaron. Él volvió a Castellón y desde allí, le pidió a Isa que lo dejara todo y se fuera con él. Ella estaba enamorada y le hizo caso. Una vez allí, se gastó todo el dinero que tenía con él y, cuando se le acabó, Rafael la dejó tirada. Acabó en el albergue para transeúntes», contó la testigo, quien incidió en que la asesinada había hecho un seguro de vida del que su entonces pareja y hoy acusado era el beneficiario.