Una macrooperación entre la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, bautizada como Hulkcos-Perseo-Orquesta, se ha saldado con el desmantelamiento de una red logística que servía a organizaciones dedicadas al tráfico de drogas en todo el litoral Mediterráneo y tenía sede en la localidad de l’Alcora.

La intervención de los cuerpos y fuerzas de seguridad arrancó a principios de año en el marco de una investigación sobre estupefacientes, cuando los agentes dieron con toda la red habilitada para dar servicio a bandas delictivas especializadas en el narcotráfico a gran escala, la cual se distribuía entre tres naves del municipio de la comarca de l'Alcalatén.

Los registros en estas instalaciones ubicadas en polígonos de la localidad tuvieron lugar en las últimas semanas, tal y como avanzó Mediterráneo, que fue testigo de la entrada a una de las instalaciones a finales de febrero.

Los agentes confiscaron diversos bienes como cinco narcolanchas, cuatro camiones, dos furgones, una decena de motores de gran potencia, una elevada cantidad de combustible y equipos de navegación y comunicación. Todo ello, según los cálculos realizados por las autoridades, con un valor aproximado de 1,5 millones de euros en el mercado.

Tres identificados

Asimismo, fueron identificadas tres personas, de nacionalidad española y marroquí, al ser sorprendidas en uno de los registros mientras transportaban y manipulaban las embarcaciones semirrigidas decomisadas.

Los agentes consideran que estas personas se encargaban de la adquisición, sustracción, mantenimiento y ocultación de los buques, así como de la supervisión de las naves industriales, los vehículos para el transporte y la gestión del combustible.

Y es que los navíos estaban listos para ser utilizados y comenzar las supuestas actividades delictivas, como evidencia la alta cantidad de gasoil dispuesta en estos espacios que permitiría su inmediata puesta en navegación.

Fórmula 1 del mar

Fórmula 1 del marMientras, responsables de la operación destacaron que algunas de estas lanchas ya llevaban instalados diversos motores de 300 caballos de potencia, lo que «convierte estas naves en verdaderos Fórmula 1 del mar, pudiendo alcanzar velocidades y maniobrabilidad muy elevadas», detallan.

A la práctica esto implica que en caso de ser detectadas su interceptación resulta «enormemente difícil», a la vez que se convierten en «potenciales riesgos para el resto de embarcaciones y usuarios o practicantes de actividades náuticas que estén en la zona», explican desde las autoridades.

Todo el operativo estuvo coordinado por el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Castelló. Ahora se procederá a abrir las diligencias que resulten oportunas a las tres personas que fueron identificadas, así como a realizar nuevas averiguaciones con todo el material incautado en los diferentes registros en el territorio provincial.