Condenado a 23 años de cárcel por los delitos de asesinato con agravantes de género y de parentesco. Es la pena impuesta por la Audiencia Provincial a Razvan Adrian Maris, autor el crimen machista de Vinaròs en el que acabó con la vida de su pareja, la joven Moldava Nalea Sareva, de 26 años.

Además, deberá pagar, en concepto de responsabilidad civil, 91.000 euros a la madre de la víctima y 19.500 a cada uno de sus dos hermanos, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario.

El procesado, que ya fue declarado culpable por un jurado popular, acabó con la vida de su pareja en la casa que ambos compartían tras una noche de discusiones y en el marco de una relación sentimental de control y autoridad sobre la asesinada. Según determinó la autopsia, acabó con su vida a golpes --el cuerpo tenía numerosas lesiones--. Después desmembró el cadáver y se deshizo de él en un descampado de Ulldecona, donde lo enterró.

El condenado se acogió en el juicio a su derecho a no declarar y renegó de su abogado defensor. El abogado aludió a «falta de confianza» entre ambos, y el joven le culpó de no haber recopilado pruebas ni llamado a testigos relevantes en el caso. «No confío en él», sentenció, y solicitó un abogado de oficio. El juez, de acuerdo con el criterio de la acusación, rechazó el aplazamiento por ser una «maniobra dilatoria».

La madre de Nalea Sereva dijo en el juicio que su hija le alertó de que su novio la iba a matar. Fue uno de los numerosos testimonios, hasta 11, convocados en una maratoniana sesión de más de cinco horas y media.