La Audiencia Provincial de Castellon juzga este lunes a un joven de origen magrebí, acusado de asestar dos puñaladas en la cara y el cuello a un compatriota en Orpesa. La víctima fue atacada por la espalda en 2017 cuando descargaba fruta en el establecimiento donde trabaja.

Aunque el procesado ha negado que le agrediera con un arma blanca, la víctima ha ratificado su testimonio. “Nunca había tenido un problema con él y mientras yo trabajaba me dio dos navajazos”, ha declarado el denunciante, protegido por un parabán. La víctima ha asegurado, entre lágrimas, haber sufrido amenazas y dice tener miedo a represalias. De hecho, el afectado ha incidido en que hace unos 15 días sufrió una nueva agresión, a manos de personas a las que no pudo reconocer. A preguntas de los magistrados, la víctima ha explicado que ya ha presentado una denuncia.

El acusado ha sostenido que el día de los hechos hubo una pelea entre ambos y que la misma fue comenzada por el denunciante. “Eran fiestas y yo llevaba toda la noche de fiesta, bebiendo y tomando drogas”, ha afirmado el procesado, buscando una atenuante.

En el juicio están citados, asimismo, agentes de la Policía Local y conocidos de los implicados.