El Juzgado de Instrucción número 6 de Castellón, en funciones de guardia, ha acordado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para el acusado de provocar el accidente que causó la muerte el pasado viernes en Castelló del conocido abogado laboralista Santiago Andrés.
El varón encausado, de 37 años y con las iniciales V.D.G., después de pasar a disposición judicial una vez concluido el atestado policial, queda investigado en una causa abierta por la comisión de un presunto delito de homicidio imprudente y otro contra la seguridad vial, según ha podido saber Mediterráneo, ya que en el momento del suceso el conductor se encontraba bajo los efectos del alcohol (duplicando la tasa máxima permitida) y las drogas, tal y como confirmaron entonces fuentes de los cuerpos de seguridad y emergencias.
Colisión
El accidente mortal tuvo lugar este pasado viernes en la avenida Hermanos Bou de la capital de la Plana, alrededor de las 14.40 horas. Al parecer, la víctima conducía una motocicleta en dirección al Grau por dicho vial, cuando el camión del investigado se incorporó en el sentido contrario y cortó su trayectoria.
El motorista no pudo esquivar al furgón de reparto y colisionó fuertemente contra el eje trasero, teniendo que intervenir los bomberos municipales para proceder a su excarcelación.
El fuerte impacto provocó el fallecimiento del abogado, pese a los numerosos intentos de los médicos del SAMU desplegados en el lugar de los hechos por tratar de recuperar las constantes vitales.
La Unidad de Atestados e Investigaciones de la Policía Local de la capital de la Plana asumió las pesquisas pertinentes para tratar de esclarecer lo sucedido, recogiendo también para ello los testimonios de los testigos presenciales de la colisión, pues tuvo lugar en un momento de elevado tráfico.
Ahora el proceso queda en manos de la administración de justicia a la espera del juicio que deberá determinar la culpabilidad del investigado sobre los dos delitos que se le atribuyen con las averiguaciones formuladas.
Consternación
La noticia causó una gran consternación en la ciudad y, en especial, en el ámbito jurídico, pues el fallecido desempeñaba su labor en la abogacía en un céntrico despacho situado en la avenida Rey don Jaime de la capital y estaba especializado en materia laboral.
