La Policía Local de la Vall d’Uixó ha actuado este fin de semana en dos llamativos incidentes de tráfico con el alcohol como protagonista. Ambos en sábado, después del toque de queda. El primer aviso alertaba de que en la avenida Andalucía un turismo circulaba haciendo eses y llevaba una de las ruedas solo con la llanta, sin el neumático. El segundo, que fue más grave, tuvo lugar horas después y finalizó con una impactante persecución en la que el implicado, que fue detenido, estuvo a punto de atropellar a un agente, al menos, hasta en dos ocasiones.

En la primera intervención policial una llamada realizada informaba de que un vehículo estaba cruzado en la vía tras impactar con una farola. Los agentes municipales se dirigieron al lugar para regular el tráfico y aclarar los hechos. Tras la investigación descubrieron que al volante iba una mujer que ya había ocasionado un accidente previo en la calle València, causando daños en tres vehículos. La susodicha se había dado a la fuga tras el primer incidente y presentaba síntomas claros de encontrarse alcoholizada.

Tras realizar la prueba, arrojó un resultado de 0.88 mg/l en aire espirado. La infractora, que además se había saltado la restricción horaria nocturna, quedó propuesta para sanción por un presunto delito contra la seguridad vial.

Para sorpresa de las autoridades locales, este no fue el único suceso de idéntica naturaleza en el que tuvo que intervenirse en pocas horas. Ya de madrugada, una patrulla de la Policía Local vio en la carretera de Segorbe cómo se les acercaba un vehículo, al que dieron indicaciones de detenerse, pues, a priori, estaba incumpliendo la restricción de movilidad.

Intento de atropello

Cuando encendieron los indicativos y colocaron un cono en la calzada para proceder a la identificación y consiguiente justificación de su presencia en la vía pública a esas horas, el conductor redujo la velocidad. Uno de los agentes se acercó y entonces aceleró bruscamente obligándolo a lanzarse sobre el coche patrulla para no ser atropellado. Y se inició la persecución.

Tras girar por una calle del barrio Carbonaire, el conductor perdió el control y colisionó con un turismo estacionado. Cuando el agente volvió a acercarse para requerirle que bajara del coche y se identificara, volvió a acelerar impactando con el vehículo policial con el propósito de desplazarlo y seguir huyendo. Cuando comprobó que era inútil, paró.

Fue necesario que un policía lo sacara del habitáculo pues se negaba a colaborar. Una vez en la vía pública, fue esposado y sentado en la acera. Mientras los policías identificaban a una persona que estaba en la parte trasera del turismo, el detenido intentó huir a pie, hasta que tropezó y cayó al suelo golpeándose en la cara, lo que le provocó una herida sangrante.

El conductor, sometido a la prueba de alcoholemia, la interrumpió dos veces sin completarla, por lo que se hizo constar su negativa. El joven, de la Vall d’Uixó, fue detenido por un delito contra la seguridad vial, desobediencia y resistencia a la autoridad.