La Audiencia de Barcelona ha condenado a un año y diez meses de cárcel a un manifestante ultra de la plaza Artós de Barcelona que golpeó con el palo de una bandera a un mosso y que también está acusado de la agresión en grupo a un independentista durante las protestas contra la sentencia del "procés".

En su sentencia, la sección 22ª de la Audiencia de Barcelona condena al manifestante, Marc R., por un delito de atentado a la autoridad, pero lo absuelve del de desórdenes públicos de que estaba acusado, al entender que la manifestación no fue violenta ni se produjo "una alteración de la paz pública".

La Fiscalía pedía cuatro años de cárcel para el procesado, que en el juicio admitió haber golpeado a un mosso d'esquadra con el palo de la bandera que llevaba -una enseña con águila bicéfala-, pero se disculpó por la agresión y afirmó que fue fruto de su "nerviosismo" por la presencia de contramanifestantes de extrema izquierda y CDR en la plaza.

La agresión al agente ocurrió el 17 de octubre de 2019 en la plaza Artós de Barcelona, donde se concentraron varios centenares de manifestantes antiindependentistas, algunos de ellos con simbología ultra, coincidiendo con la oleada de masivas protestas en las calles que siguieron a la sentencia del "procés".

En la plaza, lugar habitual de reunión de colectivos ultras, se convocó una contramanifestación "antifascista", lo que obligó a los Mossos d'Esquadra a desplegar a agentes antidisturbios para impedir enfrentamientos entre ambos grupos.

Desde la plaza Artós, y pese al amplio despliegue policial, un grupo de manifestantes ultras se desplazó después al Eixample de Barcelona con la intención de reventar una concentración de protesta por la condena a los líderes del "procés": una vez allí, una decena de ellos, armados con palos, tubos metálicos y piedras, acorralaron a un joven y le agredieron.

Por su presunta participación en ese ataque, la Fiscalía pide cinco años de cárcel a cuatro manifestantes ultras, entre ellos Marc R., a quienes acusa de los delitos de lesiones con la agravante de abuso de superioridad y de actuar por motivo de discriminación ideológica, aunque el caso todavía no ha llegado a juicio.

De hecho, Marc R., vecino de Premià de Mar (Barcelona), fue detenido días después por su supuesta participación en la agresión en grupo, después de que su fotografía circulara por las redes sociales vinculándolo a colectivos de extrema derecha.