La Policía Nacional ha detenido a un joven que lanzaba pelotas de tenis con hachís oculto al patio de la cárcel madrileña de Alcalá Meco, centro donde había cumplido condena y donde había "trapicheado" con drogas en su estancia.

Los funcionarios de ese centro penitenciario, situado en la localidad de Alcalá de Henares, tuvieron indicios en septiembre del pasado año de que se estaban introduciendo sustancias estupefacientes y teléfonos móviles en el interior, según informa este lunes la Policía Nacional.

Dichos efectos se ocultaban dentro de pelotas de tenis o calcetines que eran lanzados a modo de honda para aumentar su potencia, asegurándose de este modo que traspasaran la valla perimetral del recinto.

Con la colaboración de Instituciones Penitenciarias y de la prisión, la Policía Nacional inició una investigación y determinó que no era un hecho aislado.

Durante el mes de noviembre los envíos se repitieron nuevamente en varias ocasiones y los funcionarios hallaron paquetes que contenían trozos de hachís, así como pelotas de tenis rajadas que contenían esta droga y microteléfonos móviles.

Sin embargo, algunos de estos lanzamientos resultaban fallidos, al no traspasar el cercado, y en los registros de las celdas los funcionarios descubrieron la sustancia que se había recogido, además de notas manuscritas que hacían referencia a los lanzamientos.

Los agentes comprobaron que estas maniobras estaban organizadas por un grupo de internos y un individuo que anteriormente había cumplido condena en la prisión.

Este joven, marroquí de 24 años, había ingresado en esa misma cárcel por robos con fuerza y robos con violencia y ya había sido detenido siete veces con anterioridad, según informan a EFE fuentes policiales.

Durante su estancia en prisión había "trapicheado" con drogas y al salir del centro conservó una agenda de clientes, con los que concertaba los envíos a través de los dispositivos móviles. Además, al conocer la cárcel seleccionaba con mayor precisión los puntos de lanzamiento.

Finalmente y tras varios meses de investigación, la Policía Nacional arrestó al joven cuando paseaba por un camino contiguo al vallado perimetral de la prisión.

Los agentes detectaron que había dejado caer en el interior del patio una pelota de tenis rajada con hachís, un smartwatch y un teléfono móvil. Tras ser arrestado, pasó a disposición judicial como presunto responsable de un delito contra la salud pública.

Tras su detención han cesado este tipo de hechos ya que no se ha vuelto a repetir ningún lanzamiento desde el exterior.