El cirujano maxilofacial castellonense Luis Senís fue detenido portando medio kilo de cocaína en septiembre del año 2019 en València. El próximo mes de junio se celebrará el juicio por este caso, para el que el Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de cuatro años de prisión, mientras que la defensa pide la libre absolución de su cliente.

Luis Senís aseguró en un primer momento que la droga hallada en su mochila era suya, siendo la sustancia «para autoconsumo» y no para traficar con ella, aunque fuentes de la defensa consultadas por Mediterráneo no han confirmado la tesis que sostendrán durante el juicio que se celebrará sobre finales del próximo mes de junio en València.

Desde el Ministerio Fiscal aseguran que la droga que llevaba el conocido cirujano iba destinada también a terceras personas, aunque desde la defensa afirman que han diseñado una estrategia muy amplia con el objetivo de conseguir la absolución del acusado, que viene de ganar un juicio en el que se le acusaba de negligencia médica.

En el mismo, a Senís se le acusaba de un delito de lesiones causadas por imprudencia profesional para responder por una intervención de extirpación de la glándula submaxilar izquierda a una paciente de 69 años realizada en el Hospital Virgen del Consuelo en mayo de 2015. El Ministerio Fiscal solicitaba una pena de multa de 13.500 euros y dos años de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de médico especialista en cirugía oral y maxilofacial, aunque finalmente el doctor de 47 años fue absuelto en este caso del delito de lesiones por imprudencia médica después de que el Juzgado de lo Penal número ocho de València considerara que no existía ningún tipo de reproche penal en la intervención.

Una última causa

Una vez concluya el juicio por portar medio kilo de cocaína en la mochila, Luis Senís estará envuelto en un nuevo proceso penal, en el que esta vez se personará como acusación por la difusión de vídeos de contenido sexual del cirujano. En este caso, dos mujeres serán acusadas de descubrimiento y revelación de secretos, hurto y lesiones psíquicas por difundir presuntamente unos contenidos audiovisuales en los que se podía ver al cirujano practicando sexo en la intimidad.

Presuntamente el castellonense habría mantenido una relación con ambas mujeres, que no habrían aceptado la ruptura sentimental y tras hurtarle el teléfono móvil habrían enviado estos contenidos a todos sus contactos.