Condenado a pagar 3.790 euros por un delito de abusos sexuales a una joven de 19 años. Es la pena impuesta por el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón al procesado en un caso de tocamientos a una chica durante una noche de fiesta en Nules en el año 2016.

Aunque el fiscal pedía seis años de prisión para el procesado, los magistrados han decidido que no entre en la cárcel y dejan la pena en el pago de 2.790 euros en concepto de multa y otros 1.000 de indemnización para la mujer. Tal y como reflejan en la sentencia a la que ha tenido acceso Mediterráneo, aunque aprecian credibilidad en el testimonio de la víctima, destacan que «el informe forense no arroja información que confirme o desmienta el relato». El tribunal incide en que los hechos se produjeron en un contexto de fiesta, en el que la ingesta notable de bebidas alcohólicas afectó bastante a las capacidades de la chica. Los magistrados, aunque consideran probado que hubo tocamientos cuando la joven estaba dormida, destacan que en este caso solo cuentan como elemento de convicción con el testimonio de la víctima, que no recordaba bien todo lo sucedido aquella noche.

Los hechos

Los hechos se produjeron en la casa del varón, a donde habían acudido para poder cargar un móvil. Tras tumbarse la chica en un colchón hinchable y quedarse dormida, él la besó y le tocó sus partes íntimas, según la sentencia de la Audiencia.

Durante el juicio, celebrado a mediados del mes de abril, la denunciante declaró tras un parabán. «Él aprovechó la situación. Yo había bebido mucho, llevaba mucho tiempo sin tomar alcohol y estaba mal. Recuerdo estar medio inconsciente. Me tumbé en un colchón de su casa para descansar y él me tocó mis partes íntimas. Estaba como encima de mí cuando me desperté, me besaba y le dije que parara», contó entre lágrimas.

Por su parte, el procesado negó los hechos. «Se quedó dormida de la borrachera que llevaba y yo solo la ayudé a levantarse», contó el varón, admitiendo que el estado de la chica era tan delicado que tuvo que ayudarla a subir las escaleras de la vivienda para que no se cayera. El procesado dijo, sin embargo, que la noche de los hechos la joven se le insinuaba: «me tocaba el culo y me buscaba».