Un mes ha pasado desde que el cadáver de Johana Andrea Aguilar apareciera en el paraje del Clot de Burriana y el caso continúa sin detenidos por el crimen, según ha podido saber este periódico. La víctima, de 41 años y nacionalidad colombiana, apareció estrangulada con unos leggins de su propiedad. Como ya publicara este diario en exclusiva, dicha prenda seguía enrollada en torno a su cuello cuando fue encontrada.
Fue un hombre que paseaba por la zona quien descubrió el cuerpo el pasado 22 de abril y dio aviso a las autoridades. El cadáver de Johana Andrea no estaba ni mucho menos escondido, pues yacía junto a un árbol, sobre un pequeño paso de una acequia en el camí Vell de la Mar. Todo parece indicar que alguien lo colocó allí, a vistas, para simular una muerte no criminal.
La víctima vestía ropa deportiva. Llevaba un pantalón de chándal, unas zapatillas deportivas, un suéter y un chubasquero de plástico rojo, con la capucha aún colocada, lo que ocultaba los leggins con los que fue estrangulada.
Según los forenses, la asfixia se produjo frontalmente, aunque la mujer no tenía ninguna señal de lucha, y llevaba muerta varias horas cuando se descubrió su cuerpo.
Johana Andrea mantenía una relación de pareja estable que duraba ya cerca de una década. También tenía una hija mayor de edad. Estos dos familiares fueron llamados a declarar como testigos en dependencias de la Guardia Civil, al igual que otros allegados de la mujer, tales como compañeros de trabajo, amigos y vecinos.
Lo que declaró su pareja
Según el testimonio ofrecido por su pareja a los investigadores, la fallecida había salido la noche anterior de casa, sobre las 21.00 horas y ya no regresó al piso de la calle del Escorredor en el que residían en régimen de alquiler desde que a finales del 2020 se mudaron desde les Alqueries. Desde su actual vivienda en Burriana hasta el punto donde fue encontrado su cuerpo sin vida solo hay 1,9 kilómetros.
Los análisis realizados al cuerpo de Johana desvelaron también la presencia de cocaína y de otras sustancias químicas, posiblemente de origen farmacológico.
Alarma en la localidad
El descubrimiento del cadáver creó alarma social en la localidad de la Plana Baixa y la Policía Local decidió reforzar las vigilancias en el Clot, frecuentada por caminantes y ciclistas. Para tranquilizar a la población, los agentes municipales reforzaron las patrullas tanto por el casco urbano, como sobre todo por espacios alejados.
Por su parte, el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Castellón, que dirige la investigación, guarda un hermetismo absoluto en torno al asesinato de la vecina de Burriana. Fuentes del instituto armado sí han desmentido que exista una relación entre este crimen y otros estrangulamientos recientes registrados en la Comunitat --el de Florina, en Silla; Alicia, en Elche; y Olga, en Massarojos--.
Los vecinos de Johana Andrea se mostraron conmocionados por su muerte, aunque no tenían una relación estrecha con ella. Algunos recordaban, especialmente, un suceso protagonizado por la fallecida el 4 de febrero, cuando bomberos y policías locales tuvieron que intervenir y entrar en su casa por la fuerza ante un intento de suicidio de la mujer, que estaba sola en el inmueble.
