Castellón es la única provincia valenciana donde creció la delincuencia durante el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo del 2020, a pesar de todas las restricciones por la crisis sanitaria del coronavirus. Aunque parece lógico pensar que medidas como el toque de queda, el veto a la movilidad en muchos territorios o la prohibición de las reuniones sociales deberían haber hecho descender los delitos, en Castellón no ha sido así. Mientras que la criminalidad descendió un 5,4% en la Comunitat Valenciana --un 2,7% en Valencia y hasta un 11% en Alicante--, en la provincia aumentó un 1,7%.

Datos por municipios

Según el balance trimestral hecho público ayer por el Ministerio del Interior, hay un municipio de la provincia que ha disparado los datos: Onda. En la localidad se ha producido un incremento del 25,4% de los delitos y llama especialmente la atención la gran subida en los robos en domicilios, que han pasado de solo siete en los primeros meses del pasado año a nada menos que 44 entre enero y marzo del 2021. Se trata de un aumento del 528% que resulta especialmente llamativo teniendo en cuenta que las restricciones para contener la pandemia han hecho, precisamente, que los ciudadanos salgan menos de sus viviendas.

Aunque Onda es el municipio que desboca la estadística, los datos de la capital de la Plana tampoco son buenos. En Castelló la delincuencia creció un 5,2% en el primer trimestre y vuelven a destacar los distintos tipos de robos con violencia o con fuerza en inmuebles y negocios. Asimismo, fueron a más los delitos contra la libertad sexual, pasando de 11 casos a 21 del 2020 al 2021 (+43%).

Mejores datos de seguridad ciudadana obtienen Almassora y la Vall d’Uixó (solo tienen un aumento del 0,5%) y Vila-real (-1,3%), mientras que los registros de Benicarló (-8%), Burriana (-13,6%) y Vinaròs (-15%) son excelentes.

A pesar de los significativos aumentos de delincuencia en Onda y Castelló, la tasa de criminalidad de la provincia se ha reducido hasta las 31,4 infracciones penales por cada 1.000 habitantes. Este valor es, según la Delegación del Gobierno, el segundo más bajo desde el año 2010. Además, el porcentaje de casos esclarecidos en la provincia aumentó hasta situarse en el 45,8 % el pasado año --13 puntos por encima del existente hace una década--. La tasa de detenidos e investigados también va a mejor y es la más alta desde el pasado año 2010 en Castellón.