El caso de las niñas de Tenerife, Anna y Olivia ha sacudido los cimientos de una sociedad que experimentó las mismas sensaciones cuando, hace 10 años, en octubre de 2011, José Bretón mató a sus dos hijos, Ruth y José, para quemarlos después en una hoguera.

La historia se repite, un hombre maltratador emplea a sus hijos como un instrumento más para llegar a su objetivo: hacer daño a su mujer. Es lo que se conoce como violencia vicaria, un término que llegó hasta el público general reciente a través de la docuserie sobre Rocío Carrasco, "Rocío, contar la verdad para seguir viva" en la que se relataba, además de los malos tratos ejercidos por la expareja de la hija de Rocío Jurado, Antonio David Flores, sobre la propia Carrasco, cómo el ex Guardia Civil, ejerció supuestamente una manipulación psicológica sobre los hijos de ambos para que acabaran repudiando a la madre.

Ambos comportamientos pueden considerarse como violencia vicaria,con resultados desiguales por supuesto, pero en todos ellos se utilizar a los hijos para infligir dolor y control hacia las madres. Estas acciones son algunas de las formas más habituales de violencia intrafamiliar, aunque pocas veces se denuncia.

Con el desgarrador caso de las menores de Tenerife se vuelve a hablar de esta violencia, pero según datos del Instituto Nacional de Estadística(INE) desde el año 2013 -cuando comenzaron los registros- se han contabilizado 39 menores asesinados en casos de violencia machista. De ellos, seis fallecieron en la Comunitat Valenciana.

Violencia vicaria en Castellón

El parricida de Castelló: una denuncia archivada meses antes

El 25 de septiembre de 2018 Castelló amaneció con un suceso estremecedor: el doble parricidio llevado a cabo por Ricardo Carrascosa, que tras asesinar a sus hijas de seis y dos años, Nerea y Martina, se quitó la vida precipitándose por el balcón de su vivienda de la calle Río Adra de Castelló.

Su mujer, Itziar Prats, lo había denunciado meses antes por maltrato psicológico y amenazas. Fue detenido, pero el procedimiento se archivó a petición de la fiscalía y de la víctima. El test policial realizado a la víctima no detectó la gravedad de los hechos, pese a que la mujer temía por su seguridad y la de sus hijas porque él ya las había amenazado de muerte.

Una tragedia en Cabanes: mata a su hijo de 12 años y lo intenta con la hija

De nuevo en la provincia de Castelló se registra la tragedia. En este caso en el verano de 2020 cuando una familia se vio sacudida por una pesadilla después de que el padre asesinara a su hijo de 12 años y lo intentara con la hija, de 10, para después acabar suicidándose lanzándose desde la azotea del edificio en Cabanes, localidad castellonense donde la familia, natural de Madrid, pasaba los meses de vacaciones.

En el momento de los hechos, la madre también se encontraba en el apartamento. Eran las 3,35 horas de la madrugada.

Otro caso en València

El caso de Benifaió: una separación y una madre terrorista

En el año 2017, Stylianos Messinezis, de 49 años, asestó dos puñaladas con un cuchillo de cocina a su hija de 22 meses cuando estaba con ella en el sofá de su casa, en Benifaió. Por suerte, no logró su objetivo: asesinarla. Y todo para vengarse de la madre de la niña, la etarra Sara Majarenas que se encontraba cumpliendo condena en Picassent, y que había iniciado los trámites de separación de Messinezis unas semanas antes y que llevó a una pequeña a luchar por su vida.

La mujer había comunicado al agresor que iba a pedir que le retirasen la custodia de la niña y que, cuando cumpliese los tres años -el límite legal para poder seguir viviendo con su madre en prisión-, la pequeña se iría a vivir con su abuela a San Sebastián porque no quería que siguiese con su padre.