Trece años y medio de prisión, otros diez de libertad vigilada y 15.000 euros de indemnización para la víctima. Es la condena impuesta por la Sección Primera de la Audiencia Provincial a un hombre de 40 años y vecino del Puerto de Sagunto (Valencia) por agredir sexualmente a una discapacitada, con una minusvalía psíquica del 69% y declarada incapaz para gobernarse por sí misma. Los hechos por los que ha sido sentenciado sucedieron en Burriana en julio del 2019. Según declara probado la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, el procesado entró en contacto con la afectada a través de las redes sociales y quedó con ella en varias ocasiones para ganarse su confianza.

Los hechos

El día de los hechos, el hombre quedó con la víctima y le propuso ir a la biblioteca, dando un rodeo hasta que llegaron ambos a un descampado, una zona apartada sin tránsito de personas ni coches. Aprovechando que no había testigos, desnudó a la chica y se quitó también él la ropa. Se colocó sobre ella en el suelo y la inmovilizó por los brazos. Según declaran probado los magistrados, aún cuando la chica le manifestó que no quería tener relaciones con él, el varón hizo caso omiso y la agredió sexualmente. Cuando hubo acabado, el hombre abandonó el lugar. Mientras, la familia de la chica, como declaró en el juicio, se percató de su ausencia, de que podía haber quedado con un varón y salió a buscarla por Burriana desesperadamente.

A consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió algunas lesiones como eritemas, laceraciones y también una herida en sus partes íntimas. 

El tribunal destaca en su sentencia que, pese a la discapacidad de la víctima y las complicaciones que ello aporta para su declaración, destaca «su valor y fuerza conviccional como prueba de cargo para sostener la condena». 

El ADN

Asimismo, la sentencia hace alusión a los restos de ADN hallados tanto en la ropa interior de la afectada como en un papel higiénico del citado descampado, que coinciden con el perfil genético del ya condenado. En suma, el reconocimiento practicado a la chica en el Hospital la Plana de Vila-real concluyó que las lesiones llevaron a concluir que existía «sospecha de agresión sexual».

El procesado, que se encuentra en prisión provisional, solo respondió a las preguntas de su abogada en el juicio celebrado en la Audiencia y negó los cargos que se le imputan. Dijo que él y la denunciante eran novios y que el sexo entre ambos fue consentido. Una versión muy distinta a la ofrecida por la víctima, quien a su modo explicó claramente la violación.