Busca anular la condena por descuartizar a su pareja en Vinaròs

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana celebró ayer la vista para resolver el recurso presentado por Razvan Adrian Maris con el que busca anular la condena que le declara culpable de asesinar con alevosía y ensañamiento y descuartizar a la que era su pareja, Nalea Sareva, en Vinaròs en febrero del 2019.

El condenado pretende de esta forma llegar a repetir el juicio y que se produzca una modificación de la pena que le lleva a pasar 23 años en la prisión por el delito de asesinato a la joven de 26 años y de origen moldavo con los agravantes de género y parentesco, según impuso la Audiencia Provincial de Castellón en línea con el veredicto del jurado popular.

La vista de este jueves abordó las razones expuestas por la defensa del procesado para solicitar que se considere nulo el procedimiento judicial. En este sentido cabe recordar que el condenado se acogió en el juicio, celebrado dos años después de lo acontecido, a su derecho a no declarar y renegó de su abogado defensor, quien aludió a «falta de confianza» entre ambos y el joven le culpó de no haber recopilado pruebas ni llamado a testigos relevantes en el caso, solicitando entonces un letrado de oficio. 

No obstante, el juez consideró entonces improcedente cualquier aplazamiento de las sesiones señaladas, al creer que esto respondía a una estrategia con el mero objetivo de que se produjera una dilación de los plazos que debía seguir la resolución de la Justicia.

La acusación, por su parte, mantuvo ayer la solicitud de conservar la condena de más de dos décadas de cárcel a consecuencia de los mencionados hechos.

La resolución

Ahora será el alto tribunal valenciano el que deberá emitir una resolución a lo largo de las próximas semanas sobre si atiende o deniega la petición del condenado a raíz del crimen machista acontecido en la localidad del Baix Maestrat.

El crimen tuvo lugar al salir de fiesta la pareja una noche por el municipio. El autor le propinó una paliza mortal a la víctima y días después desmembró su cuerpo para deshacerse de él en la población catalana de Ulldecona.