La Guardia Civil ha detenido esta mañana en su domicilio de Carcaixent al presunto asesino de Florina Gogos, la joven rumana de 19 años prostituida en la pista de Silla cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el pasado 30 de enero en una acequia en Albal, a 850 metros de donde fue recogida, con señales evidentes de haber sido estrangulada. El arrestado es un hombre de 60 años y nacionalidad española, natural de Carcaixent, que hasta ahora no tenía antecedentes. Al parecer, conocía con anterioridad a la joven y era uno de los prostituidores con quien había tenido encuentros sexuales pagados con anterioridad al día que se produjo el crimen, el 8 de enero pasado.

La detención es la culminación de una compleja investigación, supervisada por el Juzgado Número 1 de Carlet y llevada a cabo por los agentes del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València, que han tenido que hacer una ingente y paciente labor de descarte a partir de unos pocos datos iniciales, entre ellos, como elemento fundamental, el coche blanco que una cámara de seguridad de una industria ubicada en la vía de servicio de la pista de Silla grabó en el momento en que la víctima se subía al mismo, sobre las 17.30 horas del 8 de enero pasado.

El coche del sospechoso, una de las claves

Tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, del mismo grupo editorial que Mediterráneo, ese mismo coche volvió a ser captado por la cámara 20 minutos más tarde, cuando salía del camino por el que se había internado llevando a la chica a bordo. En esa segunda ocasión, el coche salió muy deprisa y se incorporó a gran velocidad a la carretera, en dirección hacia el puente que cruza la pista de Silla para enlazar con la autovía de Albal o para retomar la pista de Silla, pero en sentido Alicante, es decir, hacia la Ribera, que es lo que debió hacer el ahora detenido para regresar a su domicilio, en Carcaixent.

El aguacero que caía aquella tarde sobre València impidió a los investigadores poder ver la matrícula del coche, lo que ha complicado extraordinariamente la labor de los agentes de Homicidios. Sin embargo, se centraron en conocer los movimientos de la joven en los meses anteriores a ser prostituida en la pista de Silla, donde apenas llevaba un mes cuando fue asesinada. De esta manera, lograron reunir datos acerca de los prostituidores con los que Florina había tenido trato, tanto habitual como ocasional. Así, han tenido que desechar decenas de sospechosos, con todo tipo de profesiones y posición social, hasta dar con el dueño del vehículo blanco. Florina, tal como adelantó en exclusiva este diario, desapareció la tarde del 8 de enero de este año, tras ser recogida a bordo de coche blanco en la curva donde era prostituida, en el enlace de la pista de Silla con la de Albal, en sentido a València.

Un cazador encontró su cuerpo sin vida flotando en un tramo de la Séquia de la Font de la Marjà, ya en Silla, a primera hora de la mañana del sábado, 30 de enero. Estaba vestida y conservaba su bolso con sus efectos personales en el interior. Aunque su identificación formal debió esperar hasta la autopsia, practicada dos días después en el Instituto de Medicina Legal (IML) de València, los tatuajes y la ropa fueron los primeros indicadores de que se trataba de ella. Los forenses concluyeron, tras dos días de autopsia, que la joven había muerto estrangulada, a juzgar por las lesiones apreciadas en su cuello.

Ola en contra de la explotación sexual en la V-31

El asesinato de Florina Gogos desató una ola de indignación social que llevó a asociaciones feministas de varias localidades de l’Horta Sud a unirse en una plataforma para protestar contra la prostitución ejercida en la V-31, más conocida como la Pista de Silla. Bajo el nombre de Plataforma de Colectivos de Mujeres V-31, el objetivo es «pedir dispositivos necesarios a las fuerzas de seguridad para liberar a estas mujeres de la esclavitud e impulsar una ley abolicionista que criminalice al putero».