Un vecino de les Alqueries, carente de antecedentes penales hasta este momento, se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial los próximos días 14 y 17 de septiembre para hacer frente a una pena de 17 años de cárcel. Es la solicitud que hace para él la Fiscalía, que lo acusa de presuntos abusos sexuales a tres menores de edad. Además de la pena privativa de libertad, el Ministerio Público aboga por 12 años de libertad vigilada posteriores y por el pago de 49.000 euros para las víctimas en concepto de indemnización.

Los hechos

Según detalla en el escrito de acusación provisional, los hechos sucedieron entre los años 2015 y 2018. La amistad que tenía con los padres de una de las niñas le sirvió para buscar su compañía y, aprovechando que la menor estaba sola en casa o que la mujer del acusado no estaba en el domicilio familiar, sometía a la adolescente a tocamientos por todo el cuerpo y le daba besos en los labios. En otras ocasiones, el procesado se tumbaba encima de la menor con el propósito de rozarse con ella.

A otra de las pequeñas y con idéntica intención de satisfacer sus apetencias sexuales, la llevó a una casa de su propiedad en las afueras del municipio. Tanto en la piscina, como en la vivienda, realizó tocamientos a la víctima.

En el caso de la tercera afectada, cuando esta contaba con 14 años, el procesado la subió a una moto que se había comprado y, con el mismo ánimo lascivo, durante el recorrido que hicieron le tocó las piernas y los muslos, llegando a las nalgas, sin que la menor pudiera hacer nada para oponerse a la actitud del hombre.

Los hechos relatados en el escrito de acusación del fiscal son constitutivos, a sus ojos, de tres delitos de abusos sexuales a menores. Como medidas de protección, la Fiscalía solicita que se dicte una orden de alejamiento para que el hombre no pueda acercarse a ninguna de las afectadas, a sus domicilios ni comunicarse con ellas por ningún medio en los diez años siguientes a su salida.

La vista oral

El juicio comenzará el día 14 con el interrogatorio del acusado, que puede decidir a qué preguntas responder y puede, incluso, mentir en sus respuestas, como permite el Código Penal. No así los testigos, que serán llamados a declarar posteriormente y están obligados a decir la verdad. Entre ellos estarán las menores afectadas, cuyo testimonio será determinante en la decisión del tribunal.

Asimismo, está prevista la declaración de los investigadores del caso y de los médicos forenses que examinaron a las denunciantes.

Ante la sentencia que interponga la Audiencia, cabrá recurso ante el TSJCV y el Supremo.