Un vecino de Vila-real, de unos 20 años, está investigado por delitos contra la seguridad vial tras protagonizar el pasado domingo una persecución policial y acabar colisionando el coche que conducía contra un bloque de hormigón. El joven circulaba sin llevar las luces puestas, sobre las 23.00 horas. Una patrulla de la Policía Local de Castelló que estaba detenida, ayudando al conductor de un vehículo averiado en la Ronda Norte, le dio el alto. Sin embargo, el ahora investigado no se detuvo y pasó rozando a uno de los agentes. La pareja de policías se montó en su vehículo y siguió al vila-realense, quien condujo sin respetar ninguna de las señales de tráfico.

Tras recorrer unos cuatro kilómetros, perseguido por los policías locales, perdió el control del turismo y se estrelló contra un bloque de hormigón, sufriendo el coche importantes daños. Tanto el conductor, como los otros dos ocupantes del turismo, solo sufrieron lesiones de carácter leve.

Prueba de alcoholemia

Los agentes identificaron al joven que iba al volante, descubriendo que solo tenía carnet de ciclomotor, pero no así para conducir turismos. Además, ante su evidente estado de embriaguez le hicieron las pruebas de alcoholemia, arrojando un resultado próximo al 0,50 mg/l, el doble de lo permitido.

Otra persecución acabó a finales de mayo en un espectacular accidente en la céntrica plaza del Real de Castelló. Como publicara entonces en exclusiva este diario, el investigado, de 23 años y nacionalidad colombiana, se saltó el toque de queda y llegó a ir a 120 km/h en un tramo limitado a 30.

Iba bajo los efectos del alcohol --casi cuadruplicó la tasa máxima de alcoholemia permitida-- y carecía de carnet, pues se le había retirado en varias ocasiones por delitos contra la seguridad vial.

Todo comenzó cuando una policía local de Castelló finalizaba su turno y, montada en su vehículo patrulla, observó que por la avenida Vall d’Uixó un turismo realizaba varias maniobras extrañas y que, además, al percatarse de la presencia policial, emprendió velozmente la huida en dirección a la avenida de Alcora, rebasando un semáforo en fase roja. 

Al ver este comportamiento, la agente solicitó la colaboración del resto de patrullas. Al llegar a la calle Navarra, tal era su velocidad, que el vehículo patrulla perdió momentáneamente al vehículo huido de vista y, a los pocos segundos, escuchó un fuerte golpe. 

Al llegar a la plaza del Real, los agentes observaron que el vehículo fugado se había empotrado contra cuatro turismos estacionados y había causado graves daños al mobiliario urbano. Al joven le imputaron tres delitos contra la seguridad vial por estos hechos.