Alguien ha robado esta noche una fotografía de gran formato expuesta en la muralla del castillo de Peñíscola. Una obra de la artista castellonense Laura Avinent (Ulalalau) titulada Maternidad. Mientras trata de asimilar el disgusto, la autora se hacía hoy varias preguntas, la principal, si el responsable lo ha hecho por gusto o por rechazo. Si bien ambas opciones le resultan igual de reprobables, la segunda le preocupa especialmente y el hecho en sí solo puede tener, a su modo de ver, tristes consecuencias, porque lo sucedido ha generado gran preocupación entre todos los artistas invitados a participar en Rocart.
La pieza, de 3x2 metros, formaba parte de la exposición que estos días podrá visitarse en la fortaleza. En el caso concreto de Avinent, acabó de colgar sus fotografías de la muralla, cuatro en total, el domingo de madrugada. Un trabajo complicado, tanto como el que debió de suponerle al ladrón descolgar la lona para quitarla. «Estaba planificado, han tenido que ir a propósito para quitarla», señala.
La fotógrafa duda sobre por qué alguien querría llevarse una impresión de estas características. «No es algo que puedas colgarte en la pared de casa», explica, un razonamiento que la hace pensar que detrás de esta acción hay otras motivaciones menos entendibles y más acordes que una tendencia extendida en los últimos tiempos de censurar el arte si produce rechazo.
La protagonista de la obra es una mujer embarazada semidesnuda que podría llegar a identificarse con una escena virginal. Según Laura Avinent, «una imagen preciosa de una mujer con todo su poder». Pero esa belleza, ¿podría llegar a ofender? Eso cree. «Conforme están las cosas, ya no sabes si podría generar rechazo». Incluso reconoce que forma parte de una serie en la en otra foto se ven los pechos de la modelo, «y no la escogí precisamente por eso, para que nadie se molestara».
Ante la ausencia de culpables identificados, a estas horas no se conocen a ciencia cierta las motivaciones reales del robo, pero Avinent tiene algo muy claro, «se ha perdido la ética» y sería lamentable que estos hechos acabaran con las exposiciones al aire libre, «porque no puedes llevarte algo que has visto solo porque te guste o porque no, estamos hablando de arte». Tiene claro que no la va a reponer, aunque podría, «quiero que quede ese vacío, que la gente sepa lo que ha pasado, porque no podemos permitirlo».
Robo de una escultura
Se da la circunstancia de que, recientemente ya desapareció otra obra expuesta al aire libre, en concreto una de las hormigas gigantes del escultor Collado. Como en otras ocasiones, el autor había colocado la escultura junto a la carretera que da acceso al municipio de Artana desde la autovía A7. Un día, cuando regresó a casa, ya no estaba. En aquel caso, como en el que ha protagonizado la obra de Avinent, la motivación de los artistas es la misma, compartir sus creaciones con el máximo de gente posible, aunque los amigos de lo ajeno podrían acabar con esa posibilidad. «Es como si entraran en una galería de arte y se llevaran un cuadro», lamenta y denuncia Avinent. La obra de Collado todavía no ha aparecido. La fotógrafa teme que sucederá lo mismo con la suya.
