A pocos días de que se cumpla un mes del derrumbe ocurrido en la urbanización Font Nova de Peñíscola, que se cobró la vida de una mujer y un niño, tres unidades familiares que perdieron su primera residencia están a la espera de ser realojadas en viviendas sociales y el resto de propietarios están aguardando a que se determinen las causas del suceso para poder hacer las reclamaciones a sus seguros.

Así lo han explicado a EFE fuentes municipales que han indicado que es la Generalitat, a través de la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, la que ha realizado los trámites para proveer de solución habitacional a las personas afectadas.

El suceso tuvo lugar el pasado 25 de agosto en torno a las 20.00 horas de la tarde, cuando en cuestión de minutos unos 20 apartamentos se derrumbaron dejando atrapadas a tres personas, dos de las cuales finalmente fallecieron.

Las tres unidades familiares que han perdido sus viviendas se encuentran pues en alojamientos provisionales a la espera de que se les asigne una vivienda social. Una de estas unidades es el joven de 26 que fue rescatado con vida el día del derrumbe de entre los escombros y que perdió a su madre en el mismo suceso -cuyo cuerpo fue rescatado al día siguiente.

El joven se encuentra todavía ingresado en un centro sanitario especializado en Castelló en el que está recibiendo tratamiento de rehabilitación para recuperarse de las heridas que le causó el derrumbe. Cuando se recupere será realojado en una vivienda social en Vila-real.

La otra familia está pendiente de la entrega de llaves de un domicilio en Vinaròs, y la tercera unidad familiar la constituye el hombre que perdió a su hijo de 14 años en el derrumbe y a su pareja, una mujer de origen cubano de 54 años.

Según ha podido saber EFE, aquellos propietarios que perdieron su primera residencia y que tienen derecho una solución habitacional son aquellos que no posean ingresos. En el caso del padre del menor fallecido -que sí cuenta con ingresos- se podría estar estudiando una solución, aunque no permanente sino provisional, dada la excepcionalidad del caso.

Desde el Ayuntamiento de Peñíscola han señalado que dado que estas viviendas sociales no se encuentran amuebladas el consistorio trabaja y colaborará con los ayuntamientos en los que sean realojados los afectados para proveer de los bienes necesarios para poder vivir en ellas.

En cuanto a los trabajos en la zona del suceso, la urbanización Font Nova, junto al parque natural de la Serra d'Irta, en estos momentos siguen trabajando los técnicos y arquitectos de la Generalitat en esclarecer las causas del derrumbe, unos trabajos que podrían todavía prolongarse en el tiempo.

Es necesario que termine esta investigación para que el resto de propietarios afectados pueda reclamar a sus respectivos seguros y para que se proceda al desescombro.

Mientras, la zona ha sido vallada -para evitar accidentes y robos- y la Policía Local de Peñíscola y la Guardia Civil hacen turnos para evitar que alguien no autorizado acceda al inmueble.