La Audiencia Provincial de Castellón acoge este jueves el juicio a dos personas acusadas de traficar con drogas durante un festival de Benicàssim. Los hechos ocurrieron en agosto de 2019. Por ellos, Fiscalía solicita en su escrito de acusación penas de prisión distintas. Al primer acusado, de cuatro años y seis meses; y al segundo de ellos, que cuenta el agravante de la reincidencia, seis años de cárcel.
El Ministerio Fiscal explica que los acusados se encontraban acampados junto a otras personas en el recinto de un festival de música de Benicàssim. El 21 de agosto, finalizando el evento musical, las fuerzas de seguridad tuvieron noticia de que podría dedicarse al tráfico de sustancias estupefacientes. Así las cosas, se practicó en las tiendas de campaña y, previa su autorización de diligencia de entrada y registro, hallando entonces en su poder 259 gramos de cannabis sativa, 1,68 de mdma en envoltorios de plástico y 1,45 en seis comprimidos, y 5,42 de cocaína, así como una báscula de precisión, una navaja y varios grinder.
El registro
Además, durante el registro se intervino a los acusados 3.290 euros en efectivo. Fiscalía apunta que «los acusados iban a destinar las referidas sustancias a su venta a terceras personas», y recuerda que «la cocaína y el mdma son sustancias que causan grave daño a la salud, el cannabis sativa, no», y «todas están sujetas al control internacional de drogas tóxicas, siendo de circulación prohibida en España». El valor en el mercado ilícito de la droga intervenida se estima en 1.667 euros.
Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública y para ambos acusados, en concepto de coautores, solicita las penas anteriormente mentadas, además de sendas multas de dos y tres mil euros, respectivamente.
En Burriana
Cabe recordar que este mismo mes se suspendió una pena impuesta por tráfico de drogas en un festival de Burriana. Así lo decidió el juez en una vista celebrada en la Audiencia Provincial. La defensa había aportado previamente un informe que detallaba la evolución positiva del acusado a un tratamiento contra las drogas, que sirvió para que fiscalía rebajara sus pretensiones y, finalmente, el juez aprobara la suspensión de la pena.
