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Crimen

Restos del cuerpo de Déborah cercan al sospechoso clave

El Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid acaba de remitir los primeros informes del estudio de restos biológicos que los forenses pudieron extraer de las uñas de la viguesa

La hermana de Déborah Fernández-Cervera, Rosa, sostiene una fotografía de la joven.

“Déborah nos ayuda desde arriba; ella tiene la clave”. Estas palabras fueron pronunciadas por la familia de Déborah Fernández-Cervera tras saberse que la titular del Juzgado de Instrucción 2 de Tui había autorizado la exhumación del cadáver de la joven 19 años después de su muerte con el objetivo de buscar restos de ADN de terceras personas bajo las uñas –indicativos de un posible gesto de defensa– así como un análisis de sus huesos por si hubiese signos de agresión.

Casi cinco meses después, el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid acaba de remitir los primeros informes del estudio relativo a los restos biológicos que los forenses pudieron extraer de las uñas de la viguesa y todo apunta a que la familia no se equivocaba en esa afirmación: de las muestras cotejadas por Madrid, las fibras recogidas en las uñas de la víctima “son compatibles” con las fibras de color blanco de algodón que componen la colcha de cuadros y la colcha de color blanco con ribete blanco.

La pregunta ahora es a quién o quiénes pertenecían estas colchas. La respuesta cerca todavía más si cabe el caso sobre el que desde el principio fue principal sospechoso del caso, un varón con que el Déborah había mantenido una relación sentimental, quien se las había cedido o regalado a una persona de confianza. Las múltiples contradicciones en las declaraciones de este varón sobre la noche de la desaparición de la joven lo situaron en el punto de mira de la policía, si bien el juzgado no consideró suficiente motivo para citarlo en calidad de investigado. Cabe apuntar que sus padres sí fueron citados en diciembre de 2019 para testificar ante la magistrada de Tui.

En total se trata de tres prendas –las dos colchas coincidentes con las fibras halladas en el cuerpo de la joven y un tercera manta de sofá de rayas de color beige y blanco – que fueron remitidas a Toxicología de Madrid para su análisis. Este estudio, según el informe fechado a 7 de septiembre, ahondó en la composición de fibras de cada una mediante microscopio óptico y de fluorescencia para posteriormente realizar el cotejo con las fibras e un portaobjetos y unos adhesivos así como las halladas en las uñas tras la exhumación del cadáver en Pereiró.

Mientras que con las primeras evidencias “no presentan ninguna semejanza morfológica ni de color con las mismas”, los resultados son completamente exitosos en comparación con las fibras recogidas por el jefe de Patología Forense del Imelga de Vigo, José Luis Gómez, el responsable de la Unidad de Antropología Forense del Hospital de Verín, Fernando Serrulla y el médico forense y criminólogo de parte, Aitor Curiel en el cuerpo de Déborah.

Concretamente, en el informe se expone que tras el cotejo de las fibras halladas en dos de las colchas “se aprecian semejanzas” con las fibras recogidas en las uñas. Dichas fibras son examinadas con microscopio de fluorescencia y se obtiene “un comportamiento similar” con los distintos filtros empleados.

De igual manera, Madrid reconoce que las fibras de color claro de algodón son de amplia distribución en materiales textiles pudiendo tener “múltiples orígenes”. Sin embargo, los expertos llegan a la conclusión de que “son compatibles”.

Nuevas peticiones

Estos resultados acercan un paso más a la familia a descubrir la verdad de lo que le sucedió a Déborah el 30 de abril de 2002 cuando salió a pasear por Samil. Diez días después, cuando ya habría cumplido 23 años, su cuerpo desnudo apareció en una cuneta de O Rosal a 10 kilómetros de su casa, cubierto por hojas de acacias en medio de pistas falsas (un preservativo usado junto a una funda, un pañuelo de papel y un cordón verde bajo el cuerpo).

Ahora, su equipo legal, conformado por los abogados Ramón e Ignacio Amoedo, va a solicitar ante el juzgado que instruye la causa un cotejo de las fibras de la ropa de cama con las halladas en un arcón congelador, propiedad del mismo sospechoso. Los investigadores siempre apuntaron a que el cadáver de la joven estuvo oculto durante días en un lugar frío y oscuro hasta que fue llevado a O Rosal. A mayores, y tal y como informaron con anterioridad los letrados, se propondrá también el de estos restos con una treintena de personas.

A mayores, este mes de octubre está previsto que el Juzgado de Tui retome las declaraciones. La imputación de una persona en la causa supondría la paralización de los plazos legales de prescripción, que se cumplirían en mayo de 2022, por lo que cualquier paso que se tome ahora será fundamental para la resolución de este crimen.

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